Hay quien sostiene que no existieron la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Lo que se denomina así en los libros de historia habría sido, en realidad, una única guerra, con veinte años intermedios de precaria tregua entre dos picos de particular violencia. Para la historia que estamos contando, de todos modos, importa recordar que el 1 de setiembre de 1939 las fuerzas del Tercer Reich invadieron Polonia, y que esa fecha implicó una inflexión en lo que estaba ocurriendo. El cine ya había empezado a anticiparlo, y lo expresaría de manera más nítida cuando la conflagración se extendiera implacablemente.
Algo raro está ocurriendo con la cultura contemporánea cuando la libre adaptación de la historia de los orígenes de uno de los más famosos villanos del cómic se convierte en el tema del debate principal del año. La película en sí misma (Guasón) vale la pena, pero conviene también atender a esos daños colaterales.
Este mes de noviembre en Cinemateca queda fuertemente claro uno de los roles que el cine tiene, más allá del entretenimiento. La representación de la historia política, social y artística, reflejada desde diferentes puntos de vista en la pantalla, nos ayuda no solo a conocer más, sino también a reflexionar. Es por esto que invitamos a recordar la caída del muro de Berlín, reflexionar sobre el tema de la inmigración y vibrar con la música.
No es un literato de primera línea, pero probablemente sea uno de los mejores escritores de best sellers comerciales, con ocasionales incursiones en la literatura “en serio”. El estreno de la segunda parte de Eso, adaptación de una de las más ambiciosas novelas de Stephen King, suscita inevitablemente algunas reflexiones.
Entre los estrenos del mes se encuentran los siguientes títulos. “Custodia compartida”, de Xavier Legrand. Este film presenta el retrato de tres personajes: un niño y sus padres en conflicto. El muchacho es víctima de esa desavenencia. Alguien ha dicho ya que, presentada así, la película sería una variación de “Kramer versus Kramer”, pero se trata más bien de
No es posible despedirse del cine británico de ficción de los años treinta y tempranos cuarenta (el próximo mes habrá que distraerse con el documental) sin aludir a Michael Powell y Emeric Pressburger, dos cineastas que en su momento fueron acaso infravalorados y que mejoran en cada revisión.
Quentin Tarantino ha anunciado que se retiraría del cine luego de realizar su décima película, y Había una vez en Hollywood, actualmente en cartelera, es la novena. Eso significaría que solamente va a haber un Tarantino más, pero vaya uno a saber. Ya se sabe que esos artistas son todos unos mentirosos.
Setiembre en Cinemateca
Cinemateca Uruguaya / 31 agosto, 2019 /
Les comentamos algunos de los estrenos de Cinemateca mientras esperamos la llegada de la primavera. Había una vez…en Hollywood, película dirigida y escrita por Quentin Tarantino, con las actuaciones de Leonardo DiCaprio y Brad Pitt. Aquí, Tarantino da rienda suelta a un par de sus principales obsesiones: la violencia y el cine. Toma como excusa el brutal asesinato de la
Quizás esta nota debería salir dentro de un par de meses, cuando la historia que estamos contando haya entrado ya claramente en los años cuarenta: a ese período pertenece lo más valioso del director Carol Reed. Pero la trayectoria de ese cineasta británico comenzó a afirmarse en los años treinta, y acaso valga más la pena ocuparse de ella ahora, antes de pasar a algo diferente: el cine documental británico de su misma época, por ejemplo.
Uno de los escasos efectos colaterales positivos de la muy represiva revolución islámica que derrocó al régimen corrupto y autoritario pero modernizador del Sha Reza Pahlevi fue probablemente el surgimiento de una generación de cineastas de los cuales Abbas Kiarostami y Mohsen Makhmalbaf son acaso los nombres más representativos. Pese a dificultades y encontronazos con la censura, esa gente ha tenido herederos. Algunos pueden ser vistos hoy en las carteleras montevideanas.
Algunos de los estrenos de agosto en Cinemateca. La fundición del tiempo, de Juan Álvarez Neme. En esta película uruguaya un anciano doctor en árboles persiste en conservar la memoria del horror sembrando las semillas de uno de los pocos sobrevivientes del holocausto nuclear, un árbol de caqui. En sus frutos va prendido un mensaje que debe perdurar en el
Aunque rara vez el cine británico de preguerra fue capaz de competir en igualdad de condiciones con la gigantesca maquinaria hollywoodense, hubo varios intentos en esa dirección. Haciendo a un lado a Alfred Hitchcock, hay un puñado de nombres a tener en cuenta, y una escuela documental de la que habrá que ocuparse en alguna nota posterior.