Teatro por el mundo

Teatro por el mundo

Teatro / 30 marzo, 2019 / Luis Vidal Giorgi

Los procesos judiciales, en la etapa del juicio oral al modo norteamericano, siempre han tenido un atractivo escénico, especialmente por sus enfrentamientos dialécticos entre  abogados y fiscales, que han sido retomados por el cine y el teatro. El año pasado, en nuestro medio, la denuncia de la injusticia en la obra Sacco y Vanzetti, que presentó El Tinglado, demostró su vigencia como propuesta teatral.

JUSTICIA TEATRAL

Y en el mundo teatral, encontramos de manera permanente esta presencia en los escenarios, pues además de su teatralidad inherente, permite presentar argumentos sobre temas polémicos para que el espectador los sopese y decida, cual jurado interviniente.

El Teatro Arlequín de Madrid presentó Juicio a los humanos. Es una obra escrita por los hermanos José Antonio y Eduardo Jáuregui, con  la compañía Onira Teatro. En la obra, que está dirigida a un público juvenil, según señala la información, “… los animales del planeta Tierra se han reunido en la selva para celebrar un juicio extraordinario. Acusan al Ser Humano de crímenes atroces: Calumnias, Malos Tratos, y Genocidio. La lengua viperina de la Cobra Kali expondrá pruebas y argumentos en contra de nuestra especie, mientras que el Perro Filos, amigo y abogado defensor, hará lo posible por salvarnos de la condena. Testificarán representantes de diversas familias animales: la mona, el cabrón, el ratón, la cerda, el gato, el lobo y los mosquitos. Al final, el Búho Salomón, Juez de este  proceso judicial, deberá pronunciarse: ¿Es Homo Sapiens una amenaza para la vida terrestre, una especie arrogante, cruel y asesina que no merece la libertad que sus genes le otorgan? ¿O puede aún redimirse ante el resto de los animales? Llegó la hora de enfrentarse a la Ley de la Jungla.”

Una obra  que, además del respeto a la naturaleza y los seres vivos, va acorde a una nueva sensibilidad que ha llevado a cuestionar los zoológicos y los circos donde participan animales en sus shows, así como el uso de los animales en los laboratorios.

OTELO Y EL CRIMEN PASIONAL

Y el teatro también se mira a sí mismo y los personajes arquetípicos creados por Shakespeare son una fuente permanente para la recreación, por sus múltiples facetas. Así también hay una nueva y reivindicativa sensibilidad que ha puesto el foco en la visibilización y condena de la violencia doméstica, por lo que el personaje de Otelo, el celoso por excelencia, que llega a matar a su amada Desdémona por sospechas de infidelidad, era otro personaje atractivo para juzgar.

También en Madrid se estrenó Juicio a Otelo de Skakespeare y el dramaturgo Ramón Paso. Quien entreteje  el texto clásico con una situación análoga donde un empresario exitoso acaba de estrangular a su pareja y confiesa y  pide a una joven abogada que lo defienda.

Así, las dos situaciones diferentes en el tiempo conviven en la escena  donde se presenta “un drama isabelino de celos y venganza, que se convierte en una tragedia de género en el siglo XXI. En un bufete de abogados madrileño, Otelo se enfrenta al juicio de la Historia. Una revisión del clásico de Shakespeare, agresiva, sexual, racial y feminista, para el siglo XXI. La violencia de género y el sentido de la culpa se convierten en los ejes de un crimen juzgado por la historia”.

Sin duda otro tema de actualidad inspirado en un personaje atemporal que siempre admite una nueva lectura y reescritura, por la profundidad de sus pliegues psicológicos y por la naturaleza humana que repite sus deseos y miedos.

JAURÍA HUMANA

Para el final nos referimos a la obra más impactante que se estrenó en Madrid y continúa la tensión que se ha generado con lo sucedido en el 2016 en la San Fermín de Pamplona, donde un grupo de cinco individuos, entre ellos, un policía y un militar, habituales participantes de esa fiesta violenta, autodenominados “La Manada”, agredió sexualmente a una joven de 18 años. Luego de lo sucedido, circuló un video grabado por los implicados y la joven denunció el hecho como violación, lo que dio lugar a un juicio que estuvo signado por la polémica y que no conformó, ya que los involucrados sostuvieron que fue una relación consentida mientras que la demandante y las organizaciones feministas cuestionaron el fallo que señala abuso sexual pero no violación, además de que los acusados están aún en libertad provisonal.

La obra es del dramaturgo Jordi Casanova y dirigida por Miguel del Arco en el  Pavón Teatro Kamikaze. Señala el director: “Yo siempre tuve claro que no iba a ser equidistante, estoy claramente posicionado con la mujer. El conflicto de la obra no está ahí, sino en lo que emana de estos hechos”.

La obra está basada en documentos y declaraciones del juicio, cuyas consecuencias y resoluciones  aún no han terminado. Van desde los comentarios en los chats de los acusados: “Follándonos a una entre los 5. Jajaja. Todo lo que cuente es poco. Puta pasada de viaje. Hay vídeo”. A las declaraciones de la víctima: “No pedí auxilio porque no pensé que iba a suceder lo que luego sucedió… No reaccioné. Quería que todo acabara y luego irme. Me daba igual lo que pasara”. A lo que Miguel del Arco llama “segunda violación”, que fue el interrogatorio en el juicio donde el abogado le pregunta: “¿En el momento en el que comienzan las relaciones, usted se encontraba, permítame la pregunta, excitada?”

La polémica continúa por el fallo que además de no ser unánime, ya que hubo un juez que no consideró que hubo agresión, y que no conformó a los que reclamaban una pena mayor, como por la libertad condicional que tienen los acusados. Del Arco igual tratando de ser objetivo sostiene: “Está muy bien que hubiera protestas, eso significa que no somos una sociedad pasiva. Pero creo que hay una gran falta de información. Alrededor de este caso se han vertido tantas falsas verdades que se ha convertido en algo muy peligroso. Eso de decir que La Manada lleva toga es una barbaridad. Dicen que se van a ir de rositas, pero les van a caer nueve años. Luego ya discutiremos si es abuso o agresión. Ellos en ningún momento le preguntaron si se sentía agobiada, si estaba bien. Eso indica el nivel de cosificación que tienen del cuerpo de esa chica. Para ellos era un agujero en el que saciarse y se lanzan como lobos. Es una cosa que usan y a la que sólo dan órdenes. ‘Sube’, ‘Baja’, ‘chupa ahí’… Cuando se pierde la empatía de tal forma, uno se convierte en un psicópata”.

El teatro de esta forma refleja temas actuales que conmueven a la sociedad, aportando su visión desde la vivencia para que toda discusión pase por la inteligencia emocional y no solo por la razón.

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