Murgas 2022

Carnaval / 31 diciembre, 2021 / Daniel Porteiro

El regreso del Momo Pródigo

No solo con un carnaval perdido, sino con dos años de cuarentenas y restricciones, justo en el plano que nutre el alma del carnaval, vuelve la gran fiesta de la descarga. Y lo hace con todas las ganas acumuladas y con una coyuntura tan propicia que es como si le hubieran puesto la alfombra roja para que el esperado regreso del Momo ausente tenga la dimensión que se merece.

La pandemia es, por sí misma, un excelente marco para todo tipo de situaciones, personajes, sentimientos, dudas existenciales, conflictos de convivencia, asuntos humanos diversos y cotidianos como para que, solamente con ella, haya material abundante para cocinar un buen puchero carnavalesco.

Pero esto no serviría de mucho si no hubiera hambre. ¡Qué más podría pedir un buen cocinero!, ¿verdad? ¡Comensales hambrientos! Un público ávido como un náufrago, deseoso de reencuentros, de sumergirse en la marea de semejantes para reírse juntos, un público gustoso de ser el público porque ha revalorizado el peso que tenía en su vida la diversión compartida. Que eso es el carnaval y el tablado. La fiesta donde lo vivido se procesa riendo juntos y con final feliz. Pero de eso ya se ha dicho mucho. El asunto es que venimos de aguantar las ganas y estamos deseando devorar los platos carnavaleros. Necesitamos la dosis de carnaval que nos ha venido faltando en esta difícil época.

Este Momo, el de este año, llega bienvenido y en muy buena coyuntura. Si los artistas ya tienen rico material para trabajar, la frutilla de la torta es un público predispuesto favorablemente. Habrá que ver si las expectativas se cumplen o si son tantas que dejarán gusto a poco.

Por si faltaba más, el cambio de gobierno, y todo lo que deriva de ello, le aportan una fertilidad a la argamasa del murguista que mejora, sin ninguna duda y en gran dimensión, el material del que se solía disponer en los últimos años.

La LUC seguramente sea el gran tema omnipresente. Pero no faltan opciones, ha habido anécdotas jocosas, actos fallidos, pintorescas situaciones, de las que puede servirse el espíritu burlón de la murga.

Rendidores personajes, del gobierno nacional y el departamental, con rasgos propicios para imitar; sucesos acumulados en este largo paréntesis que engordarán el salpicón de rigor.

Infaltable, seguramente, el presidente haciendo selfis a cada paso: un gol hecho. Una senadora Bianchi con invaluables aportes a los letristas; un canciller Talvi que llegó con la fuerza de un huracán y que se lo llevó el viento; un ministro Cardozo que investiga su investigación (la Catalina seguro que dirá algo de ese apellido, es una pelota picando en el área); un senador Manini y su Cabildo Abierto que veremos si dan más para bromas o para críticas; las patinadas de algunos cargos municipales, hay tres murgas que llegan del interior y es probable que cuenten sobre esos asuntos.

En la otra orilla política, los vaivenes que provocó el acomodo a la nueva situación, que sí y que no, el boxeador en el piso al que le cuentan, parece que reacciona pero no se levanta. Quedó como desorientado, como gaucho en noche nublada, como pie en el truco de seis sin recibir las señas de los otros, como murguista sin carnaval. En fin, los nuevos personajes del FA que van asomando, los recambios, la recomposición. Puede dar más material para la crítica y la sátira lo que no hizo que lo que logró hacer. Seguramente sea el Pit-Cnt quien provea razones para la canción de la Retirada y algunas organizaciones sociales, por ejemplo, algunas marchas numerosas que rompieron con la inicial monotonía opositora. Claro que el plebiscito sobre la LUC se robará, con perdón del verbo, los primeros planos en esa vereda política. Los derechos laborales, los corsés a formas de lucha tradicionales, la ampliación de opciones de impedirlas, el ajuste de gastos sociales, todas las medidas que modifican el ambiente regulatorio que se había generado, serán temas que —esperemos que con crítica humorística— abordarán las murgas.

La falta de trabajo, la inventiva para buscarse changas que sirvieran para la sobrevivencia, la economía de la austeridad, las ollas populares, la solidaridad. Los cuidados ante el virus, las mascarillas, la desinfección de la ropa, la nueva organización de las rutinas, el teletrabajo, la agenda de vacunación y los avatares de los vacunatorios.

En cuanto a los espectáculos, parecería que este año hay una tendencia a incorporar figuras destacadas del ambiente. Veníamos de años en los que, mayoritariamente, la metodología iba por el desempeño colectivo; cuplés de toda la murga en pleno, canto coral sin solos en primer plano, etc. Este año la inclusión de figuras de proyección personal podría estar indicando un regreso a aquel contraste entre el coro y el personaje de cuplé; o, al menos, al uso de las virtudes individuales y el carisma de una figura. Esto podría ser por una tendencia a revalorizar lo individual, sin oponerlo a lo colectivo; o porque algunos grupos entienden que necesitan un refuerzo para mejorar su propuesta. O quizá también debido a que los artistas vienen de la falta de trabajo y el carnaval es una buena opción. O —¿por qué no?— a otras razones que, simplemente, no he encontrado.

Algunas de las murgas que incorporan a figuras de proyección pública son Doña Bastarda con Emilia Díaz, quien ya estuvo en más de una ocasión en el género; la Catalina que recupera a Rafael Cotelo, integrante de los inicios pero que hoy cuenta con su propia visibilidad pública; los Curtidores, fieles a su preocupación por el buen canto, incluyen a Alejandra Díaz con reiterados premios por sus excelentes interpretaciones, y además incorporan a Felipe y Raúl Castro en la creación de la Retirada; Queso Magro agrega a Ximena Márquez en los libretos y también en la actuación; los Asaltantes, que son una especie de selección nacional de murgas, tienen a Germán Medina, figura conocida en carnaval pero que se ha proyectado mucho en televisión con La culpa es de Colón o Trato Hecho. Entre otras.

En fin, que este carnaval llega cuando más se lo necesita. Que hay material sumamente rico para trabajarlo. Que se incorporan algunas figuras que tienen lo necesario para enriquecerlo.

Por lo tanto, si la cuarentena no ha herrumbrado las virtudes de los hacedores, no es nada aventurado suponer que 2022 será un carnaval sustancioso y disfrutable.

Dios Momo quiera. Y la COVID permita

 

Las murgas que concursan

Agarrate Catalina (1er Premio del anterior carnaval)

A la Bartola

Amables Vecinos

Araca la Cana

Asaltantes con Patente

Cayó la Cabra

Curtidores de Hongos

Doña Bastarda

Jardín del Pueblo (Paysandú)

La Cayetana (San Carlos)

La Clave (San Carlos)

La Gran Muñeca

La Margarita

La Trasnochada

La Venganza de los Utileros

Los Diablos Verdes

Metele que son Pasteles

Mi Vieja Mula

Nos Obligan a Salir

Queso Magro

Son Delirante

Comentarios