Juan Kuehr: «El Galpón se ha caracterizado por hacer un teatro de compromiso con las temáticas sociales»

Juan Kuehr es el responsable de la Comisión Artística de Teatro El Galpón, ya nos había adelantado algunas de las propuestas en diciembre y ahora, con el panorama del repertorio más definido, volvimos a conversar sobre los próximos estrenos de la temporada.

-¿Es un desafío establecer con anticipación el repertorio en un teatro independiente?

-Armar un repertorio no es una tarea fácil, y menos en una institución donde no es uno el que decide ni el director de la obra, sino que esto pasa por distintos ámbitos de conversación, de discusión; nosotros tenemos un área que se llama Artística y que está compuesta por varios compañeros y, por lo tanto, toda propuesta tiene que estar consensuada por el área, y después, obviamente, la obra pasa por el Consejo, el cual le tiene que dar el visto bueno para que siga adelante el proceso.

-En estos tiempos de falta de apoyo y limitaciones, ¿lo económico también pesa de manera decisiva para evaluar la viabilidad de una obra?

-En estos tiempos son muchas las variables que se evalúan. Nosotros, en realidad, en la Comisión estamos preocupados por los aspectos estrictamente artísticos, o sea, el interés de la obra, el autor, el director, si tenemos el elenco, si es apropiado para el momento. Recordemos que El Galpón se ha caracterizado por un realizar un teatro con un grado importante de compromiso con las temáticas sociales, como las injusticias.

Por otro lado, está el tema de que la institución tiene tres salas, lo cual significa que uno tiene que abastecer tres espacios, prácticamente. Y con características diferentes, por lo cual cada obra tiene que ajustarse las características de la sala. Una obra que puede perfectamente ir en la sala Campodónico, de pronto no es posible hacerla en la Cero y viceversa. Por lo que llegar a tener una planificación con mucho tiempo de anticipación es una tarea compleja.

–Ya estamos con los reestrenos de las premiadas La ópera de dos centavos y Ante la jubilación. ¿Cuáles son las novedades para este año?

-Ya están en cartel esas dos obras que mencionás y también va a estar nuevamente El disparo, que se estrenó sobre fines del año pasado y que va a volver. Es una obra de la autora nacional Estela Golovchenko, que estaba marchando muy bien.

En marzo vamos a tener el estreno de El guía del Hermitage, del autor peruano Hebert Morote, quien vive en España y que va a venir para el estreno. Por otro lado, esa obra la dirige el director argentino Manuel Callau, que, además, es actor, es hombre de cine, de televisión, tiene más de 36 películas hechas en Argentina. Hizo esta obra en Madrid, con la actuación de Federico Luppi. Hicieron gira y les fue muy, muy bien. El tema es muy lindo, muy interesante. Básicamente, trata del amor, de la amistad en tiempos de guerra, el amor por el arte también, la solidaridad; o sea, es una obra muy humanista, con mucha sensibilidad. Y estamos haciendo un trabajo de creación que nos complace a todos; todo el equipo está muy contento con ese trabajo.

Luego, inmediatamente después, vamos a estar estrenando Agosto, del norteamericano Tracy Letts, que es una obra que trajo mucho público, en su momento, en el 2010, y obtuvo numerosos premios. Recordemos que actuaba en el papel protagónico María Azambuya, directora y actriz de El Galpón, tanto acá como en su vida en México y en su regreso, y muy querida por todos los compañeros, gran persona, una profesional de primera. Y tuvimos la desgracia de que ella enfermó y falleció, prácticamente, cuando la obra todavía estaba en cartel y era un éxito total. El personaje de ella, que era el principal, protagonista por excelencia, fue hecho después por Gloria Demassi. La obra siguió un poco más y bajó. Bajó no porque faltara público, pesó mucho la desaparición física de María. Por eso la obra también se realiza como un homenaje puntual a María Azambuya.

–Recordemos que es una obra de vuelo internacional, que se ha hecho en muchas capitales del mundo, que estuvo en Buenos Aires mucho tiempo en cartel. Refleja, a través de una familia, lo que está oculto en esas relaciones y, también, la historia de un país a través de ella.

-Exacto. Sí, sin duda. Una obra con un elenco numeroso y una escenografía compleja y atractiva, una casa de dos plantas en el escenario. La dirección va a ser de Héctor Guido, quien la dirigió en aquel momento. Bueno, esa obra estimamos que va a estar en los primeros días de abril.

En la Sala Atahualpa va 7 minutos, del autor italiano Stéfano Massini, que trata de un conflicto que se genera en una empresa que compra una multinacional y plantea quitar los siete minutos de descanso sin pagarlos, eso genera un conflicto y una asamblea de operarias, donde aparecen todas las posiciones, las ideologías, los temas personales, los miedos. Y la va a dirigir Fernando Toja.

También tenemos para la Sala Atahualpa, en la última parte del año, Todos eran mis hijos, obra de Arthur Miller, el mayor dramaturgo del siglo XX, que presenta de manera intensa un conflicto familiar entre la ética y el afán de lucro en el contexto de guerra.

-¿Algún otro adelanto?

-En la Sala Campodónico, pensamos hacer también, a mediados de año, un pequeño festival en donde se va a invitar a algunos elencos brasileros, un pequeño festival en honor a Aderbal Junior, que durará unos quince días.

–¿Y la propuesta sobre Artigas?

-Es un espectáculo que está en proceso, tiene que ver con la manera en que las ideas de la Revolución Francesa trascienden y se difunden por América, tanto en el Norte como en el Río de la Plata e influyen en el movimiento independentista. Va a ser un espectáculo multidisciplinario en la Sala Campodónico.