Hermandad teatral México – Uruguay: Obras de dramaturgos mexicanos actuales

Teatro / 30 septiembre, 2024 /

En la actualidad existe una nueva ola de dramaturgos mexicanos que vienen pisando fuerte en las artes escénicas y que, con esfuerzo y dedicación, sin duda terminarán por convertirse en referentes del teatro en México. Entre ellos se puede mencionar a Verónica Musalem, David Gaitán y Alejandro Ricaño, quienes combinan la creatividad con una gran versatilidad en sus obras.

Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte y autora de Nueva York versus El zapotito, Verónica Musalem es una dramaturga muy completa que ha incursionado en teatro, cine y ópera, y tiene en su haber más de 20 obras escritas

Verónica es una dramaturga que bucea en sus raíces para externar su preocupación por un México que va perdiendo su identidad y lo hace al escribir textos que son poéticas metáforas. En Nueva York versus El zapotito narra la historia de una joven que ha vivido en Estados Unidos y luego de lograr su residencia regresa después de varios años a su lugar de origen, una ranchería en la sierra oaxaqueña.

De pronto se encuentra con un pueblo fantasma en el que los habitantes han desaparecido poco a poco, menos su madre, una mujer dueña de una carpa circense, acompañada solamente por Nicanor, su viejo mago.

La dramaturga explicó que para escribir el texto realizó una investigación sobre las mujeres que cruzan la frontera, apoyada en estadísticas y con testimonios de personas que lograron conseguir “el sueño americano”, y aunque se trata de una ficción, la obra está inspirada en la figura de su abuela materna y en el imaginario circense. Verónica declaró que el tema de la migración le parece muy profundo, y que como oriunda de Oaxaca ha explorado muchos lugares y rancherías de ese estado del sureste mexicano. Dice: “Cuando ves que la gente vive en una pobreza extrema, claro que entiendes que quieran salir y seguir sus sueños”.

Nueva York versus El Zapotito ha sido traducida y publicada en francés y en inglés por Julieta Trujillo y al zapoteco por Aquiles Cruz, cuando se presentó en Estados Unidos y en Oaxaca, respectivamente.

La directora Hilda Valencia comentó que Verónica Musalem dota a sus personajes de un espíritu amoroso, que los hace trascender a la muerte. La migración y la desolación de nuestra tierra es la aventura de nuestros personajes que imaginan el paraíso perdido, sin embargo, el humor y el goce, los hace entrañables”.

El montaje cuenta con el diseño de vestuario de Beatriz Russek, quien ha rescatado el trabajo textil de artesanas locales en la elaboración de ropa mexicana contemporánea, y Mónica Kubli en el diseño escenográfico e iluminación. Las actuaciones corren a cargo de María Teresa Paulín Ríos, con la intervención musical del concertista de violín, Ulises Martínez.

 

 

Versos para convocar homicidas

Por su parte, David Gaitán es un dramaturgo, director, actor y docente nacido en la Ciudad de México en 1984, que ha escrito más de 20 de obras de teatro, actuado en alrededor de 20 puestas en escena y dirigido más de 15 montajes.

En su obra Versos para convocar homicidas, Gaitán explora el papel del espectador y los personajes de una forma original e inteligente a partir de una reinterpretación libre de Las criadas de Jean Genet, que el autor francés escribió basándose en el caso real de las hermanas Papin, quienes en 1933 asesinaron a la señora de la casa donde vivían y a su hija. El caso se volvió todo un suceso, incluso el movimiento surrealista francés hizo de las hermanas unas heroínas.

A pesar del tema terrible que trata esta pieza, logra el objetivo de divertir al público, con la dirección de Matías Gorlero, una escenografía totalmente limpia, apenas tres sillones y algunos elementos periféricos en el escenario. Guadalupe Damián (La señora), Priscila Imaz (Christine) y Claudia Trejo (Lea) llevan con su capacidad actoral esta historia en la que el público es parte de este hecho teatral. Como señala Guadalupe Damián, la puesta en escena “puede incidir en lo que pasa, y hacer que el espectador se involucre en la situación de estas tres mujeres”.

Sobre el origen de Versos para convocar homicidas, Priscila Ímaz señala que la obra nace del interés que el caso provocó en las actrices y el director, lo que les hizo pedir al dramaturgo David Gaitán esta reinterpetación del texto de Genet. Dice también que sin temor a equivocarse, para quienes gustan del teatro contemporáneo, Versos para convocar homicidas es una gran experiencia.

 

 

 

Riñón de cerdo para el desconsuelo

A su vez, Alejandro Ricaño, nativo de Xalapa, es licenciado en Teatro por la Universidad Veracruzana y ha sido finalista del Premio Nacional de Dramaturgia Joven Gerardo Mancebo del Castillo. Su trabajo ha sido presentado en diversos festivales a nivel internacional en países como Bélgica, Hungría y España.

Su puesta en escena Riñón de cerdo para el desconsuelo narra el encuentro de Gustave y Marie, dos personas enfrascadas en una relación absolutamente co-dependiente y disfuncional. Mientras ambos personajes discuten sobre Samuel el irlandés, Ulises y el nuevo sauce, dan pie a que el espectador tenga la sensación de estar metido en un rompecabezas que no termina aún por encajar; el instante en que uno se da cuenta de que el Samuel del que se está discutiendo es Beckett y que la obra que Gustave está osando manipular es la mismísima Esperando a Godot es de revelación absoluta, al darse cuenta de que uno está viendo algo muchísimo más profundo y complejo de lo que se habría imaginado.

Para aquellos que no conozcan el trabajo de James Joyce, Franz Kafka, Arthur Miller o Beckett, Riñón de cerdo para el desconsuelo resultará interesante a partir de la enfermiza relación entre los dos protagonistas. Y para quienes entiendan todas las referencias a esos autores y sus obras, el trabajo de Ricaño será un bocado exquisito, admirable en su ejecución y hermoso en sus palabras.

La escenografía diseñada por Mauricio Ascencio es de llamar la atención. Un pequeño departamento en París se convierte en un puente, una bañera, una cárcel o incluso un par de maletas a partir de la manipulación de los elementos presentes en escena con gran dinamismo e imaginación. Aunado a esto, se encuentra la dirección de Angélica Rogel, quien respeta el ritmo natural implícito de la obra desde el texto mismo, para brindar mayor fuerza o patetismo a los personajes. El diseño de iluminación de Roberto Paredes merece ser mencionado ya que, aun cuando parezca simple, logra conferir la atmósfera de soledad tan desoladora que rodea a toda la obra.

Un trabajo de producción y dirección redondo que claramente entiende todos y cada uno de los subtextos detrás de Riñón de cerdo para el desconsuelo, para lograr que todo su poder llegue hasta el público.

 

Patricia Villafuerte

 

 

Comentarios