Febrero en Cinemateca

Cinemateca Uruguaya / 30 enero, 2025 /

Los estrenos que llegan a nuestras salas este mes son:

Un completo desconocido de James Mangold.

En la década de los sesenta, un joven de Minnesota conquistó a los amantes del folk. Con éxitos como Blowin’ in the Wind, Bob Dylan se posicionó como uno de los favoritos entre los estadounidenses. Para 1965, Dyan decidió dar un giro a su carrera, incursionando al rock and roll, ocasionando todo tipo de reacciones. Inspirado en esta importante época del músico estadounidense, James Mangold presenta Un completo desconocido. En este largometraje de carácter docudramático, Timothée Chalamet encarna al legendario Bob Dylan, cantando en voz propia sus éxitos. De hecho, esta es una de las principales características de esta producción, son las voces de los actores las que escuchamos en la película.


 

Emilia Pérez de Jacques Audiard

La abogada Rita recibe una oferta inesperada. Tiene que ayudar a un temido jefe de cártel a retirarse de sus negocios y desaparecer para siempre convirtiéndose en la mujer que siempre ha soñado ser.

 


El brutalista
de Brady Corbet

Antes de la invasión nazi de Hungría, el arquitecto judío László Tóth (Adrien Brody) era célebre como pionero visionario del estilo Bauhaus. Sin embargo, en 1947 llega a Estados Unidos completamente desamparado, habiendo tenido incluso que dejar atrás en Europa a su esposa Erzsébet y a su sobrina Zsófia, que se ha quedado muda. Al principio puede contar con la ayuda de su primo, pero su celosa esposa católica se encarga de que László acabe en la calle: A duras penas consigue mantenerse a flote haciendo trabajos en la construcción, mientras pasa las noches con su nuevo mejor amigo Gordon en un albergue cristiano para hombres.


La sabana y la montaña de Paulo Carneiro

La comunidad de Covas do Barroso, en el norte de Portugal, descubre que la empresa británica Savannah Resources planea construir la mina de litio a cielo abierto más grande de Europa a pocos metros de sus casas. Ante esta amenaza inminente, la comunidad decide organizarse para expulsar a la compañía de sus tierras.

 



 

Un dolor real de Jesse Eisenberg

Dos primos viajan a Polonia tras la muerte de su abuela para ver de dónde vienen y acaban uniéndose a una gira sobre el Holocausto.

 

 



Aún estoy aquí de Walter Salles

Basada en las memorias de Marcelo Rubens Paiva, en las que narra
cómo su madre se vio obligada al activismo político cuando su marido, el diputado izquierdista Rubens Paiva, fue capturado por el régimen durante la dictadura militar de Brasil, en 1971.

 

Uno de los ciclos que Cinemateca tiene para este mes es The New Hollywood 1967, que se exhibirá del 5 al 13 de febrero.

El título exige acaso alguna aclaración. Hollywood había comenzado a modernizarse de manera algo tímida hacia fines de los años cincuenta, con la incorporación de talento realista robado a la televisión (Martin Ritte, Sidney Lumet, Ralph Nelson, John Frankenheimer, Robert Mulligan, Sam Peckinpah, guionistas como Paddy Chayevsky o Rod Serling), y la tendencia se acentuó a comienzos de los sesenta, con los aires aperturistas promovidos por la “era Kennedy”, la desaparición del maccarthysmo, el aflojamiento del código de censura de la industria que habilitó, con alguna cautela, el tratamiento de temas hasta el momento vedados (la droga, la homosexualidad) o generalmente omitidos (el racismo). Si no se quería elegir 1967 como “año del cambio”, una alternativa válida podría ser el periodo 1962-1964, con Ford y Peckinpah cuestionando el clasicismo del western (Un tiro en la noche, Pistoleros del atardecer), Mulligan alegando contra el racismo (Matar un ruiseñor), Preminger denunciando corrupciones políticas y hasta añadiendo un subplot gay en Tormenta sobre Washington, Lumet y Kubrick advirtiendo sobre los riesgos de un holocausto atómico en Doctor Insólito y Límite de seguridad y Frankenheimer explorando paranoias políticas en El embajador del miedo y Siete días de mayo, esta última escrita por Serling).

Pero de alguna manera es correcto decir que 1967 fue un “año bisagra”. El año anterior, el Código había quedado bastante vapuleado con ¿Quién le teme a Virginia Woolf? de Mike Nichols. En 1968 la censura se fue definitivamente al diablo y pudo filmarse casi cualquier cosa, lo cual no siempre fue una mejora. Pero en 1967 se asistió a la confirmación de algunas promesas que luego no siempre cumplieron (Nichols con El graduado), a la confirmación de algunos talentos (Boorman), a audacias de forma y contenido en otros (Arthur Penn) y al reverdecimiento de algunos laureles como Richard Brooks (que realizó su mejor película adaptando A sangre fría de Capote) o viejos rebeldes como Huston y Aldrich (este último caso puede ser más polémico, porque Doce del patíbulo es una de sus mejores películas pero en su momento pudo ser denunciada como “fascista” por Pauline Kael, la Miss Vinagre de Mailer).

Pero 1967 fue un buen año, y anticipó otras novedades que se producirían en los años siguientes, desde la afirmación de Scorsese y Coppola hasta el espíritu de Busco mi destino, cuyo equipo principal está anticipado aquí en El viaje de Roger Corman. La noción del interés de cada película en particular puede ampliarse en las pastillas correspondientes.

Te recordamos que tenemos un cómodo parking en el subsuelo de Cinemateca ubicado en Bartolomé Mitre 1224 (casi Reconquista). Los socios de Cinemateca tienen 3 horas gratis, a partir de las 16 h, presentando su entrada y los espectadores tienen una tarifa bonificada del 50 %, presentando su entrada.

Además, el estacionamiento funciona para público en general de lunes a domingo de 7.30 a 23.30 h.

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