Tan francés: André Téchiné

Como muchos otros cineastas franceses, André Téchiné (nacido 13 de marzo de 1943 en Valence-d’Agen) se inició como crítico en Cahiers du Cinéma. Luego se desempeñó como asistente de Jacques Rivette, un hombre de la generación anterior que provenía también de Cahiers y que fue uno de los inventores de la Nouvelle Vague. En 1970 realizó su primera película, Paulina s’en va. A partir de ahí se fue afirmando como un autor personal, a la búsqueda de un lenguaje propio, con un visión del mundo muy identificable e inequívoca. Los reflejos de un clima social que Téchiné vuelca sobre sus dramas individuales, las aspiraciones que se frustran, las dificultades para los sentimientos, los caminos imprevisibles de conductas femeninas (Catherine Deneuve en Toda una mujer, Juliette Binoche en Apasionados) en un mundo donde no existe mucha lógica, pueden entenderse como el punto de vista que Téchiné aporta sobre la vida hoy por hoy. Sus películas se caracterizan por examinar las relaciones humanas con un estilo intimista, cuidadoso y poco sentimental. En Las hermanas Brontë (1979), el ambiente sombrío y carente de vivacidad enfatizaba la falta de atractivo en la vida de sus personajes. En Apasionados (1985), premio de dirección en Cannes, exploró con detalle la naturaleza de una relación sadomasoquista. No ha rehuido los temas polémicos. En Mi estación favorita (1993) enfrentó a una familia provinciana con un mundo frío y hostil. En Los juncos salvajes(1994), ganadora de los premios Céar y Delluc, examinó la vida sentimental de un grupo de adolescentes con la guerra de Argelia de trasfondo. Los dilemas de una sexualidad problemática han sido igualmente uno de sus temas reiterados: un ejemplo es Los testigos (2006) sobre el VIH en los años ’80. El presente ciclo recorre solamente parte de la obra de Techiné, pero sirve para recuperar una personalidad que importa.