Razones de programación obligan a que este bloque sea particularmente breve, lo que implica cierta injusticia con su tema. Va a haber que volver a él en alguna programación posterior. Vaya como aperitivo, entonces. A mediados de los años cincuenta los jóvenes críticos de Cahiers du Cinema, esos parricidas, arremetieron ferozmente contra el cine de la generación anterior, al que descartaron prácticamente de un plumazo. La expresión “cine de papá” fue ya bastante peyorativa, pero tuvo más éxito la reformulación del concepto de “cine de calidad”, que era una suerte de marca del cine francés y que los jóvenes convirtieron en una definición derogatoria, que sugería literatura, Grandes Temas y demasiadas pretensiones. Uno de los cineastas más vapuleados fue Claude Autant-Lara (quizás porque era el más capaz de casi todos ellos), pero hubo otros. El paso del tiempo puso las cosas en su sitio, y el propio Cahiers pudo reivindicar más tarde a Marcel Carné (otro de los vapuleados), y el crítico Truffaut celebrar una película como La travesía de París señalando que Autant-Lara mejoraba, quizás porque le estaba haciendo caso. Esa polémica resulta por cierto hoy totalmente desfasada (el parricida Chabrol pudo terminar haciendo una Madame Bovary tan académica como la que podría haber hecho Autant-Lara), y en cambio hay un puñado de películas que sobreviven. Aquí hay tres de ellas, pero podrían ser más.
Mayo 17, jueves. A las 18 hs
BLANCO Y NEGRO
(LE ROUGE ET LE NOIR)
Dir: Claude Autant-Lara.
Francia 1954 – 193 min. ST.
Con Gérard Philipe, Danielle Darrieux, Antonella Lualdi.
Los colores del uniforme y la sotana, las dos formas de ascenso social de las que un arribista podía disponer en la Francia post-napoleónica. Sólida, académica traslación de la novela homónima de Stendhal, con finezas de dirección y buen elenco.
Mayo 18, viernes. A las 17.45, 19.15 y 20.45 hs
LA TRAVESIA DE PARIS
Dir: Claude Autant-Lara
Francia 1956- 80min. ST.
Con Jean Gabin, Bourvil, Jeannette Batti, Louis de Funès.
Durante la ocupación nazi de Francia, dos minúsculos traficantes del mercado negro transportan en varias maletas un cerdo troceado. Juntos tendrán que cruzar la ciudad en plena noche, con algunos peligros cercanos. Comedia dramática no exenta de encanto y puntería.