Directores: Hirokazu Kore-da

Con su estilo , fresco, directo y depurado, Hirokazu Kore-eda es sin duda una figura clave para entender el presente del cine japonés. Nacido en Tokio en 1962, graduado en literatura pero formado en la realización intensiva de documentales para televisión, Kore-eda debutó en el cine en 1995 con Maborosi, (Maboroshi no hikari), título que le valió la Osella de Oro en Venecia 1995. Su obra se nutre principalmente de temas que profundizan en las entrañas de la memoria, la pérdida, la muerte. Sus títulos, siempre melancólicos, se sirven de técnicas narrativas que imprimen a la ficción un cierto aire documental. Su segundo film, La vida después de la muerte (1999), fue un auténtico éxito internacional. Distancia (2001) fue presentada a concurso en la edición de Cannes 2001, y la siguió su cuarta y reconocida Nadie sabe (2004), cuya première mundial se celebró en el Festival de Cannes en donde su joven protagonista, Yûya Yagira, recogió a los 14 años el premio al mejor actor, mientras que el director recibió numerosos galardones en diferentes festivales. Luego Hana (Hana yori mo naho, 2006) igualmente ha sido merecedora de diversas distinciones en prestigiosos festivales internacionales, y De tal padre, tal hijo (2013) ha circulado con elogios por festivales y pantallas comerciales. Kore-eda ha trabajado también bastante para la televisión. Dentro del cine japonés es además valorado por su faceta de productor de prestigio. A través de su compa- ñía ha producido varias operas primas, entre otras, Kakuto, 2003, de Yusuke Iseya, presente en Rotterdam 2003 y Frutos Salvajes (2003) de Miwa Nishikawa, mostrada en el marco del Festival New Directors/New Films de Nueva York 2003, obras de jóvenes directores que dieron sus primeros pasos de la mano de Kore-eda y que hoy son reconocidos internacionalmente. Es un trabajador incansable que compagina la dirección y producción de sus obras con la producción de proyectos ajenos. Este ciclo reúne cuatro de sus films.