Cecilia Baranda: “Es una metáfora de la sociedad en la que vivimos y los personajes simbolizan a diferentes grupos de esa sociedad”

Teatro / 31 mayo, 2023 / Luis Vidal Giorgi

Cecilia Baranda, con una extensa carrera como actriz y docente, quien, además, como directora tiene en cartel La incapaz, en el Teatro Circular, ahora suma como autora, en el mismo teatro, al que pertenece, su obra El árbol de Elisa.

 

-Teniendo en cuenta tus anteriores roles en la creación teatral, como actriz primero, luego como docente y por último como directora, ahora has abordado la dramaturgia en este estreno. ¿Cómo se fue dando esa necesidad expresiva, ya sea por contar una historia con tus propias palabras, por entusiasmo con la temática, quizás?

-Cuando te acercas a la creación teatral, se despiertan también nuevos desafíos. Desde niña, a los diez años más o menos, yo escribía poemas y cuentos que guardé durante años en un cuaderno. Varios relatos me los publicaban en el diario escolar. Estando como estudiante en la Escuela Municipal de Arte Dramático, y teniendo de profesor a Omar Grasso, me invita a formar parte de Talleres de dramaturgia en el Teatro Circular, y por ahí comencé a entender un poco más los lenguajes y códigos de la dramaturgia. Como docente de actuación, necesité versionar o escribir para atender las necesidades de los estudiantes. Mucho escrito y guardado, en el 2001 escribo y protagonizo Aves migratorias, que tuvo el auspicio de SERPAJ, de la Asociación Idas y Vueltas y de Amnistía Internacional. En el 2011 escribo la versión de La mujer justa, de la novela de Sàndor Marai, que se presentó en el Teatro Circular y nos dio muchas satisfacciones, presentándose en Festival de San Pablo y Costa Rica y el FIDAE.

La necesidad de expresarme a través de temáticas sociales y sus contextos, que nos involucren como artistas, siempre está presente, desde la actuación, desde la docencia, la dirección y la dramaturgia.

-¿Qué nos podés adelantar de El árbol de Elisa, en cuanto a su historia y lo que refleja y propone en sus personajes, desde tu mirada?

El árbol de Elisa, en sus inicios, año 2002, crisis económica mediante, fue un cuento que de a poco se transformó en obra teatral, la cual también quedó guardada. Yo siempre siento que las obras guardadas te llaman, te hablan. Con nueva crisis económica y temáticas de violencia en las calles, abusos intrafamiliares, soledades, el reconocimiento de otros géneros sexuales, separaciones obligatorias y búsquedas de seres desaparecidos, fue que decidí volver a reescribirla.

El personaje de Elisa vive bajo un árbol y le gusta hacerlo. Queda viuda y sin casa. El mundo real, el mundo de los recuerdos y el de la fantasía se entrelazan en las escenas a través de los personajes que se relacionan con ella. Y de esa relación se va relatando la vida pasada y presente. Me gusta decir que es una metáfora de la sociedad en la que vivimos y los personajes simbolizan a diferentes grupos de esa sociedad.

-¿Algún diálogo significativo en la obra, a modo de ejemplo?

-“Por los niños, el grito ahogado debe salir”, dice un personaje de la fantasía.

Elisa dice: “Yo siempre pensé que la luz que lo iluminaba mientras trabajaba me iba a proteger toda la vida, pero él se fue achicando, hasta convertirse en un enanito que yo tenía miedo de pisar. Y desde el piso me reclamaba. Lo levanté, cabía en el hueco de mi mano, lo acosté en la cama y me quedé a su lado, hasta que un día no se levantó nunca más”.

Inés (La hija): “Nunca quisiste ver lo que pasaba, mirabas para otro lado. Siempre miraste para otro lado”.

Leo (El hijo) : “No puedo vivir de una mentira”.

Judith: “Nadie denuncia. No somos noticia”.

Valentina: “Busco a mi hermano”.

Juan: “No trates de entender. Nosotros ahora tenemos que pensar en nuestra vida, nada más”.

-Participan en escena distintas generaciones del Circular, incluida Isabel Legarra, compañera tuya en la mítica Doña Ramona. ¿Cómo se ha dado ese reencuentro por un lado y cómo se desarrolló el proceso interpretativo del elenco a tus propuestas desde un doble rol?

-Desde que la presenté en el Teatro Circular para su lectura, planteé que Elisa iba a ser interpretada por Isabel Legarra. Es muy emocionante verla pisar nuevamente el escenario tan querido por nosotros. Además de haber compartido tantas obras con ella, sabía que la verdad y la ternura escénicas ella las iba a lograr.

El proceso fue muy interesante, como actriz y como directora me alimento mucho de lo que aportan los actores. Y la obra, escrita en soledad, fue cambiando con sus interpretaciones. Intenso trabajo de mesa, búsqueda de estados, subtextos, imágenes de cada frase, unidades y objetivos de las escenas. Instantes, diálogos, reacciones… Fue muy grato el trabajo de equipo.

-¿Algo más que quieras agregar?

-El elenco está compuesto por Isabel Legarra, Oliver Luzardo, Emilia Palacios, Alvaro Lamas, Ignacio Estévez, Mariela Maggioli, Fernanda Uhía. El diseño de escenografía y vestuario es de Hugo Millán; Verónica Carriquiry está como asistente. La banda sonora está a cargo de Fernando Ulivi. El diseño de iluminación es de Pablo Caballero y la fotografía de Amílcar Persichetti.

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