Entrevista

Actores

Teatro / 7 enero, 2018 / Por María Varela

La revista Socio Espectacular en todos estos años ha venido cumpliendo mes a mes una función de informar y difundir la labor cultural que se desarrolla en nuestro país. Por este motivo, nos pareció adecuado contar con un espacio donde podamos conocer a quienes ejecutan la acción que tanto disfrutamos, esos señores llamados actrices y actores, tantas veces postergados, desconocidos para el público en general. Les proponemos conocer a quienes con su arte nos general el placer en cada una de sus creaciones.
En esta entrega: Arturo Fleitas & Susana Groisman.

Arturo Fleitas

-¿Cómo empezaste en el teatro?

-Tuve mi primer papel a los tres años, pero no subí al escenario por pánico escénico. En la escuela primaria fui recitador en fiestas escolares. A los catorce me inscribí en un taller de teatro del liceo al que iba. No obtuve ningún papel. A los veintiuno me vinculé a un grupo que hacía “La Pasión de Cristo” en Semana Santa en Paraguay. Hacía Simón el Rico y Poncio Pilatos. Fundé el Grupo Mburikao, caí preso y luego vine a Uruguay.

-Paraguayo de nacimiento y uruguayo de corazón. ¿Qué te llevó a vivir en Uruguay?

-La represión de la dictadura de Stroessner. Caí preso, mi familia consiguió liberarme al mes y asilarme en la Embajada de Uruguay. No lo decidí ni lo pensé. Se dio así.

-Viviste varios exilios en tu vida
, ¿tuviste la misma capacidad de integración y adaptación en todos ellos?

-Me exilié en tres países: Uruguay, Argentina y México. No tuve problemas de adaptación e integración en ninguno. Todas han sido experiencias de solidaridad en momentos muy duros y peligrosos. La clave ha estado en la buena gente que atenuó el impacto traumático que produce el exilio. En México tuvimos la ventaja de estar juntos los compañeros de El Galpón y fue vital la resolución que tomamos de no buscar soluciones individuales al grave problema de la supervivencia. Tengo una enorme gratitud hacia la gente de los tres países.

-Actor y director de teatro, ¿en cuál de los dos roles te sentís más identificado?

-He tenido grandes fluctuaciones con el tema. Me identifico con lo que me toca en cada momento. En este momento no me identifico con ninguno de ellos. Mi pasión artística de este momento es el taller de murga de Rafael Antognazza.

-¿Qué representa la Institución Teatral El Galpón para vos?

-Es mi hogar y mi familia en Uruguay. Apenas me vinculé a ella fui recibido como un hijo o un hermano. Como en toda familia, hay discrepancias y concordancias, el secreto está en aprender a administrar los extremos y encontrar el equilibrio entre ellos. Así hemos sobrepasado los cincuenta años y también tengo un sentimiento de gratitud a mis compañeros.

-¿Cómo ves al teatro independiente hoy?

-Sigue siendo invencible. Los compañeros siguen firmes en su postura de afrontar las grandes dificultades con decisión y entereza. El impulso de una ley de Teatro Independiente es una demostración de esa fortaleza. La contribución del teatro independiente al arte y la cultura del Uruguay es trascendente, tanto en lo artístico como en lo organizativo. He sido dirigente de FUTI (Federación Uruguaya de Teatros Independientes) durante muchos años, por tanto conozco íntimamente el asunto y he desarrollado un gran respeto hacia los compañeros que llevan adelante el trabajo.

Susana Groisman

-¿Qué te ha impulsado a dedicarte a esta profesión?

-Fue un amor a primera vista. Siendo una adolescente un amigo me invitó a un estreno de una obra de niños en la que trabajaba. Cuando terminó la función subí al escenario para saludarlo… pasé a los camarines y supe que era el lugar en el que me quería quedar. Fue mágico. Era en el teatro El Tinglado; me invitaron a seguir yendo, al tiempo se creó una escuela y allí me quedé. De esto hace más de 50 años, pasó mucha agua bajo el puente, la vida me llevó a Chile donde viví tres maravillosos años haciendo teatro, y después a la República Democrática Alemana en donde volví a hacer una escuela de teatro y en donde viví siete años, y en donde nació mi hijo. Nunca me arrepentí de mi decisión, pasé la vida trabajando en lo que me gustaba.

-¿En qué te centrás para crear un personaje?

-Para crear un personaje tengo que ponerme en sus zapatos. Comprenderlo, defenderlo a muerte. Siempre busco qué lo lleva a hacer lo que hace, sus motivaciones… Recuerdo cuando hice el personaje de la Hermana Luisa en «La Duda». Visto desde afuera era un personaje odioso, pero yo lo hice con la enorme convicción de que actuaba con justicia. Ella defendía a sus alumnos.

-¿Sos una mujer de asumir grandes riesgos en tu profesión?

-No sé si grandes riesgos… pero siempre fui audaz. Cuando hice Ofelia en el “Hamlet” interpretado por Luis Cerminara y dirigido por Alberto Restuccia, allá por 1968, Restuccia me pidió que Ofelia saliera en biquini… fue un escándalo (risas). Hasta el día de hoy hay gente que me dice que yo estaba desnuda, me lo discuten, y mi biquini era un casto dos piezas de broderie blanco. Siempre me animé a hacer aquello en lo que creía.

-Además de tener una gran trayectoria en teatro realizaste actuaciones en el cine. ¿Qué diferencias encontrás a la hora de actuar entre el cine y el teatro?

-Actuar es actuar ya sea en teatro o cine. Las técnicas son diferentes. Una cosa es actuar para que te vean y te escuchen en la última fila de la platea y otra es tener la cámara al lado. En cine todo tiene que ser más pequeño, más sutil. Me gusta mucho hacer cine. Pero en el teatro sos más dueña de tu trabajo. En el cine es el director quien manda de manera absoluta, hay veces en que podés llegar a desaparecer de la película si al director le parece que una escena está de más (risas); puede llegar a ser frustrante. Pero eso me pasó sólo una vez, por lo general mis experiencias en cine han sido muy gratificantes.

-¿Cuántas horas diarias te ocupa el teatro?

-El teatro me ocupa las 24 horas, es mi trabajo y mi gran pasión. Antes de dormir le doy una última leída al libreto porque sé que mi memoria trabaja mientras duermo.

-Contanos que estás haciendo ahora en teatro y qué harás el año próximo.

-En marzo reestreno «Magnolias de Acero» en la Alianza. Ha sido un gran éxito y tenemos muchas ganas de seguir haciéndola. Probablemente también reestrenemos «Las Criadas» de Genet. Estoy haciendo esta nota en diciembre de 2017 y todavía no tengo los detalles de sala. Tampoco tengo decidido cuál será mi estreno de 2018.

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