Hermandad teatral México – Uruguay. Enero 2025
Teatro / 30 diciembre, 2024 /
La Muertita:
una obra de Mario Lage y Dulce Chino
sobre “las muertas de Juárez”
Dirigido por Mario Lage, La muertita es un monólogo trágico de corte político y social que representa a “las muertas de Juárez”, frase tristemente emblemática acuñada tras los asesinatos y desapariciones de mujeres, niñas y adolescentes en Ciudad Juárez, Chihuahua, en la frontera de México con Estados Unidos. La producción artística y cultural sobre esos feminicidios surgió a partir de la protesta y la acción de las bases sociales ante la inactividad de las autoridades policiales. Por lo que el teatro no ha quedado fuera de esa protesta que llega hasta nuestros días.
La historia comienza cuando Lupe, una indigente en andrajos, narra su historia. Medio borracha o medio loca —eso no importa—, se acerca al público e interactúa con este, porque es a él a quien le habla. De extracción campesina, Lupe ayudaba a sus padres en los quehaceres del campo. Pero como “los viejos no duran pa’ siempre” se quedó sola y sin nada. Por eso se fue a Ciudad Juárez, donde estaba su prima Meche, y es ahí donde se introduce como víctima en un mundo de proxenetas, abusadores y traficantes de mujeres, a partir de lo cual relatará muchas violaciones sexuales.
La protagonista se quita una gabardina roída y sucia, y ahora con un delgadísimo fondo representa a una cautiva rodeada de otras mujeres también retenidas por Gary, el amo y señor del lugar. Su cuerpo, sus manos, sus modales se dejan ver a través de la gabardina, cobrando vida propia, y exhibiendo al hombre que seduce, viola y castiga.
Los personajes son muchas mujeres, aunque nunca se dice cuántas están ahí adentro. Solo se perciben las que representa la protagonista, las que hablan, entre ellas Lupe, el personaje principal; su amiga Claudia; María, una mujer con síndrome de Estocolmo enamorada de sus captores; Elba —quien desde el punto de vista de Lupe, que tiene 16 años—, ya es “muy grande y muy vieja” porque llegó a los 25 y ya está muy dañada, y Claudia, que es la que tiene más sentido común y se ve que no fue una chica ignorante.
Los otros personajes son los captores y los que las prostituyen, y hay otro que las vigila. Gary, un hombre perturbado, tiene a todas esas mujeres en cautiverio en el sótano de una maquiladora abandonada, porque quiere tener hijos. Por eso viola a esas mujeres de manera constante, sin que para él constituyan delitos; su objetivo es retener un montón de mujeres como reserva para procrear. Lo que Gary no sabe, es que el hombre a quien se las deja a cargo, las prostituye. Otro personaje es un necrófilo, que no se conforma con que a lo mejor la muerte puede ser la salvación para esas mujeres. Lo trágico es que todos esos casos son reales.
La música da un ambiente colorido a la muerte, cuando impera la tristeza, cuando cada segundo se remite a la supervivencia, entre golpizas, baños de agua helada, el ambiente frío de la mazmorra.
El vestuario es sencillo, con un fondo delgadísimo tatuado con manos de sangre, que representan a los plagiarios. La gabardina que representa a Lupe en un inicio, se convierte en el plagiario con una técnica impecable. La escenografía está compuesta por un carrito de mandado con enseres de limpieza y, entre ellos, una muñeca rota que forma parte de cada escena.
La actriz Dulce Chino representa todos esos rostros, todas esas manos, todas esas voces. Pasa de ser la víctima de una golpiza, gritando de dolor y desesperación, a ser el consuelo de la desconsolada, la mano amiga y benigna. Pasa de ser la violada a ser el violador, de ser la cautiva a ser el raptor, de ser la golpeada a ser el golpeador.
Mario Lage, escritor, director, actor y profesor de teatro en la Universidad Nacional Autónoma de México, comenta: “¿Por qué las muertas de Juárez? Porque no tienen voz. Porque ya las mataron. Porque nadie las pela. Eso me da mucho coraje, el que nadie pele algo tan grande, importante, trágico, y que la gente se haga pendeja al respecto, empezando por las autoridades, todo el mundo. Entonces es una ira muy personal al respecto. No porque alguna amiga o pariente mía haya desaparecido en Juárez. No, afortunadamente. Pero no tiene que pasarme a mí para que me duela… Por eso las muertas de Juárez”.
Lage dirigió a la actriz con la Técnica Bululú (actor que representaba obras él solo, mudando la voz según la condición de los personajes que interpreta). Sobre ello, el director declaró que “finalmente encontré una actriz que podía hacerlo. Es un estilo que a mí me gusta mucho y ya había trabajado algunos pequeños montajes de Bululú con Dulce. Entonces vi que ella lo podía hacer, que era capaz de sacarlo y además sabía que era imposible tener varias actrices; la mejor solución, pues, fue que hiciera ella todos los personajes”.
A su vez, Dulce Chino explicó que fue el trabajo de todo un año. Dice: “No puedo expresar que en una semana creé un personaje y en otra, otro, porque hasta la fecha, a la hora de ensayar, seguimos encontrando cosas, recordando hechos o nos cae el ‘veinte’ sobre muchos personajes”. Añade que la misma obra dice algo de cada una de esas mujeres y tuvo que construir la historia de cada una y escribir la biografía completa para que quedara claro “por qué una diría ciertas palabras, cómo se las diría a otra, por qué una respondería de una manera y otra de forma distinta”. Concluye explicando que “son cuatro mujeres que reaccionan de forma distinta ante una misma situación, todas están encerradas, dos quieren escapar, a una ya no le importa y la otra no quiere irse. Fue algo dantesco: bajar al infierno, regresar y darte cuenta de que es real”.
La Pastorela de Sor Juanita y su abuelo,
un clásico navideño de Miguel Sabido
Diciembre en México no sería lo mismo sin las tradicionales pastorelas. Este encantador espectáculo teatral, lleno de color y música, es parte esencial de las celebraciones navideñas.
Las pastorelas tienen sus raíces en las representaciones teatrales medievales de Europa, que llegaron a México con los conquistadores españoles y rápidamente se adaptaron a la cultura local, fusionando elementos indígenas y españoles. Dichas representaciones adquirieron en México un sabor único que ha perdurado a lo largo de los siglos.
La pastorela Sor Juanita y su abuelo ha sido escrita por Miguel Sabido, dramaturgo y poeta mexicano considerado el padre de las pastorelas modernas. Durante sesenta años Sabido ha investigado no solo el origen del teatro mexicano, sino también la forma en la que se ha conservado milagrosamente, gracias al sistema de cofradías que utilizan los Cuadernos de Coloquio, celosamente guardados por el mayordomo de la representación, a modo de instrumento sagrado para realizar las pastorelas indígenas.
La obra de Sabido recrea parte de la vida de Sor Juana Inés de la Cruz, quien a los seis años, junto con su abuelo Don Pedro, reciben la visita del Arcángel Miguel para anunciarles que esa noche nacerá en Belén el niño Dios. El arcángel les pide que junten a un grupo de pastores que los acompañen, y los personajes transitarán vestidos con hermosos trajes inspirados en las iglesias barrocas mexicanas, enmarcados por una escenografía que corresponde, también, al riquísimo barroco popular mexicano.
En el viaje se alternan delirantes tentaciones, en las que los diablos se visten ridículamente de niños, tamaleras y hasta de reyes magos. Pero las tentaciones también alternarán con bellos momentos líricos en los que se cantan y bailan los tradicionales villancicos de Sor Juana. En la trama, San Miguel se enfrenta a Luzbel, lo derrota y finalmente se realiza la adoración al niño, una vez más, con la poesía de Sor Juana. También se canta la posada tradicional y se rompe la piñata en un hermoso número musical. Cabe destacar la extraordinaria belleza plástica del vestuario y la escenografía.
El texto explora el trabajo literario de Sor Juana, particularmente sus villancicos navideños. Considerada la última gran poeta de los Siglos de Oro de la literatura en español, la vida intelectual de Sor Juana fue muy intensa y abarcó todos los saberes de la época. Escribió numerosos poemas líricos, cortesanos y filosóficos, comedias teatrales, obras religiosas y villancicos para las principales catedrales del Virreinato. Inscrita en el estilo barroco, su poesía es rica en complejas figuras del lenguaje, conceptos ingeniosos y referencias a la mitología grecolatina.
Con su magia juguetona, sabia y pícara, la obra de Sabido La pastorela de Sor Juanita y su abuelo, creada en 1982 y repuesta en varias ocasiones, ha sido considerada como uno de los más importantes espectáculos navideños de los mexicanos.
Patricia Villafuerte