Entrevista central: con el grupo chileno ICTUS.

Entrevistas Centrales / 29 febrero, 2024 / Luis Vidal Giorgi

PRIMAVERA CON una ESQUINA ROTA,

 de Mario Benedetti

 Por el grupo chileno Ictus

 

ICTUS: “Es realmente significativo para Ictus estar allí,

porque, así como nuestros territorios comparten

un dolor, nuestros espacios comparten una historia

de resistencia que nos une”

 

El Ictus, cuyo nombre significa pez y es un símbolo del cristianismo primitivo, es un grupo de teatro chileno emblemático en su país. A la trascendencia de su labor creadora de casi setenta años, sumamos que nos presentan en El Galpón la obra, de nuestro Mario Benedetti, Primavera con una esquina rota. Entrevistamos a Paula Sharim, actriz y directora, y a la productora Catalina Tapia, sobre el momento actual de su grupo y este reencuentro latinoamericano.

 

-El Ictus mantiene una intensa actividad artística desde que fue fundado en 1955, es el grupo de teatro vigente más antiguo de Chile, su excepcional trayectoria se entronca con la vibrante y dolorosa historia de su país. ¿Qué etapas señalarías de su labor creativa y cuáles han sido las características que le han permitido mantener el apoyo de los espectadores a lo largo del tiempo?

-Históricamente, Ictus ha logrado mantener una fórmula de trabajo que encuentra en el humor la forma de llegar a los públicos. La sátira y la ironía han sido elementos fundamentales para levantar banderas discursivas y políticas. Por lo mismo, creemos que Ictus, durante la dictadura civil y militar en Chile, fue clave, convirtiéndose en uno de los pocos espacios artísticos que no fue cerrado durante la dictadura.

Teorías para explicar esto hay varias, pero lo cierto es que fue una época en que el teatro debió reinventarse y hacer frente a esas nuevas circunstancias que vivía el país. Ictus se transformó en un espacio de libertad, donde se hablaba de todo aquello que estaba prohibido, era un lugar de verdad y realidad, de encuentro y compromiso, cuestiones tan simples, pero tan negadas por ese tiempo.

Fue una época contestataria en la que Ictus fue un gran referente y en la que se desarrollaron importantes obras que cuestionaban la situación política y social que se vivía.

Hoy, a más de 30 años de terminado el período más oscuro de nuestra historia reciente, seguimos comprometidos con la memoria, la verdad y la justicia. Ese compromiso, transversal al paso del tiempo, nos sigue acercando a la gente.

-Como espectador me fue posible disfrutar varias de sus creaciones y tengo el recuerdo presente, por sus valores artísticos, del actor Nashim Sharim, de la actriz Delfina Guzmán y del director Claudio di Girolamo. ¿De qué manera está presente su legado y quiénes integran el Ictus actualmente?

-La memoria de quienes estuvieron antes que nosotros ha sido fundamental. Ictus ha tratado de mantener vivo el espíritu de quienes nos precedieron. Nissim, Delfina y Claudio, cabezas de Ictus por muchísimos años, fueron capaces de proyectar discursos reflexivos y críticos de la realidad que hoy, bajo un contexto sociopolítico diferente, de una sociedad diferente, intentamos mantener. Por esto, nunca hemos dejado de crear.

-La obra Primavera con una esquina rota, basada en la novela de Mario Benedetti, ustedes la estrenaron en 1984 y la presentaron al poco tiempo en Teatro El Galpón, con el cual tienen una afinidad histórica, al poco tiempo, con la recuperación democrática en nuestro país. Ahora vuelven con esa obra con motivo de que en ambos países se han cumplido 50 años de los golpes de Estado respectivos. ¿Cómo se ha gestado esta oportunidad para el recuerdo y el reencuentro?

-Desde que estrenamos Primavera con una esquina rota, en junio del año pasado, supimos que Uruguay era un lugar al que debíamos llegar. Por muchas razones. Primero, porque el texto original es de Mario Benedetti, un grande de la literatura uruguaya. Luego, porque la historia ocurre, efectivamente, en Uruguay. Como sabes, en el tiempo de la obra no podíamos exponer lo que ocurría dentro del país, pero sí podíamos hablar de lo mismo ubicándonos en un lugar distinto. Cuando lo hemos conversado, es muy divertido pensar en cómo funcionaban las mentes de los militares. Por último, y tristemente, nuestros territorios comparten un dolor, el dolor de las violaciones a los derechos humanos, el dolor del exilio, de la tortura; y de tanto más. Lamentablemente, la obra expone una situación reconocible en muchos otros territorios latinoamericanos. Uruguay es uno de ellos. Hablarle al público uruguayo no será muy distinto que hablarle al público chileno. Nos hermana una pena.

De esta manera, y gracias al apoyo de la Intendencia de Montevideo, comienza a gestarse este reencuentro con el Teatro El Galpón. Es realmente significativo para Ictus estar allí, porque, así como nuestros territorios comparten un dolor, nuestros espacios comparten una historia de resistencia que nos une.

Estamos profundamente agradecidos de la oportunidad que nos da la Intendencia y El Galpón de seguir dando significado y sentido a esta obra, nuestra Primavera con una esquina rota.

-La obra trata sobre aquel periodo de persecución y exilio, de esperanzas truncadas. ¿Hacia dónde se enfoca, dado el contexto en nuestros países, la lectura actual de la obra?

-Es lamentable ver cómo las posiciones extremas están apoderándose de los discursos de poder, no solo en Latinoamérica, sino que en todo el mundo. Padecemos de una enfermedad crónica, que es la pérdida de la memoria. El mundo parece olvidar, y cuando olvidas partes desde cero. Entonces, ¿cómo avanzamos?

Desde ese lugar, Primavera con una esquina rota se resignifica. Ante una sociedad que, tal parece, prefiere olvidar las artes, las culturas, el teatro, se deben alzar como banderas que exigen el NO OLVIDO. Desde nuestra pequeña trinchera, tratamos de configurar discursos enfocados en la no repetición. Hacia ese lugar hemos enfocado la lectura actual de la obra.

-¿Algo más que quieras agregar a este reencuentro en El Galpón?

-Nuestros territorios, tristemente cruzados por el dolor de las dictaduras, tienen la tarea urgente de mantener viva la memoria. Creemos que Primavera con una esquina rota identifica a tantos que padecieron sus consecuencias, pero, por sobre todo, invita a la reflexión crítica de nuestra propia realidad. Porque hoy, en 2024, no podemos permitir la repetición. Por nuestras historias, por nuestro presente, y por tanto más, confiamos y esperamos una linda recepción de los públicos de Uruguay.

 

 

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