Noviembre en Cinemateca

Cinemateca Uruguaya / 29 octubre, 2022 /

Este mes de noviembre Cinemateca los espera, como siempre, con varios estrenos, ciclos y eventos especiales.

Desde este 5 de noviembre, el Centro de Fotografía de Montevideo expondrá, en su galería a cielo abierto del Mercado del Puerto, una muestra fotográfica sobre Cinemateca Uruguaya en sus primeros 70 años. Los invitamos a verla y compartir con nosotros la emoción de recordar a muchas de las personas que hicieron posible esta linda historia.

Entre los estrenos del mes se encuentran los siguientes títulos:

Al final del partido, documental uruguayo dirigido por Federico Beltramelli. En él tenemos cinco protagonistas: utileros y cancheros. Mujeres y hombres que son parte del milagro del fútbol uruguayo. Un relato a cinco voces que va al encuentro de un deporte nacional legendario, personajes conocedores de una realidad que la inmensa mayoría de los aficionados desconoce. El fútbol una vez más, pero desde los oficios menores, de aquellos que viven a diario las alegrías y tristezas en sus clubes. A todos ellos hay algo que los unifica: la pasión por su trabajo y su equipo.

En palabras de su director Federico Beltramelli: Al final del partido va al encuentro de historias y comunidades que permanecen casi de forma hereditaria. Es una historia para mirarla desde adentro. No cabe la posibilidad de quedarse en lo anecdótico como tampoco en el complaciente ‘color local’. Por momentos la sinrazón viste a esta historia de comedia, aunque desnuda algunas paradojas del mundo del fútbol a partir de protagonistas anónimos e imprescindibles. No pretendo demonizar las narraciones clásicas de este deporte, pero sí mostrar su detrás de escena, como un contra acto de lo que pasa adelante. Intentando que ambas partes se contesten una a la otra, porque no me deja de sorprender que algo tan efímero como un partido de fútbol genere tanta pasión”.

Cine, registro vivo de nuestra memoria, documental coproducido entre Canadá y España, dirigida por Inés Toharia. Se trata de una inmersión profunda en el mundo de los archivos cinematográficos y los archivistas individuales. Esta película rastrea la historia de la preservación de películas desde sus etapas iniciales, cuando la noción misma se consideraba frívola, hasta el día de hoy, cuando organizaciones como el BFI (British Film Institute) mantienen vastas instalaciones bordeadas por hileras y filas de latas de película. El don y la ambición del archivista incluye desenterrar tesoros perdidos para expandir el canon cinematográfico y descubrir historias oscuras. No obstante, más allá de ese afán investigativo del archivista, está la capacidad del cine de archivo para dar testimonio de la historia, para dar cuenta de hechos olvidados o intencionalmente escritos fuera de la historia y para construir la memoria colectiva. El trabajo del archivista va más allá de la simple preservación de los elementos básicos del estudio o los puntos de referencia del arte cinematográfico para extraer los rollos de videos caseros, archivos industriales, educativos y clandestinos. En ellos, como revelaron imágenes de campos de internamiento japoneses o tiendas en la Alemania nazi, pueden existir historias alternativas.

Desperté con un sueño, coproducción entre Uruguay y Argentina, dirigida y escrita por Pablo Solarz, sobre una historia original de Lucas Ferro. La película cuenta la historia de Felipe, un adolescente de La Paloma que asiste a un taller de actuación a espaldas de su madre, que se opone a que se convierta en actor. Pasa los días andando en bicicleta con sus amigos por las calles vacías de La Paloma, rapeando free style y yendo a las clases de teatro. Su pasión es tal que en sus sueños ve obras enteras y al despertar las escribe. Ante la posibilidad de audicionar para una película, se escapa a Montevideo y se reencuentra con su abuela paterna, a quien no ve desde que su padre murió, terminando de unir las piezas de su pasado y reafirmando quién quiere ser. Pero el tiempo pasa y se ve en la necesidad de extender su estadía. La mentira se le escapa de las manos.

El director y guionista Pablo Solarz es argentino. Egresado de la Escuela de Teatro de Buenos Aires, trabajó como actor en varias obras de teatro independiente. Fue autor de la serie televisiva Por ese palpitar, y de los guiones cinematográficos de las películas Historias mínimas, de Carlos Sorín (2002); El frasco, de Alberto Lecchi (2008), y Un novio para mi mujer, de Juan Taratuto (2008), entre otros. Además, escribió y dirigió el cortometraje El loro (2005) y su primer largometraje como director Juntos para siempre (2011). Desde 1998 coordina talleres de escritura de guion y se desempeña como consultor de guiones en distintos laboratorios de desarrollo en Colombia, México y Argentina. Uno de sus trabajos más notorios ha sido El último traje (2018), un film escrito y dirigido por él y protagonizado por Miguel Ángel Solá, Ángela Molina y Martín Piroyansky. Acerca de las razones que lo llevaron a filmar en La Paloma, Solarz ha explicado: “Esta historia es de Rocha, la filmamos acá y es lindo hacerlo en este lugar maravilloso, es una historia palomense (…) Yo amo La Paloma, es un lugar maravilloso para filmar. La gente está aburrida de las grandes ciudades, de amontonarse en un lugar a vivir, nos estamos dando cuenta de que eso está muy mal para la humanidad y estas historias en lugares así dan un respiro”.

Julio, felices por siempre, película uruguaya dirigida por Juan Manuel Solé.
Esta es la historia de Julio, que está frustrado con la vida que lleva. Blanca lo engañó y Florencia lo aburrió. Trabaja como guía turístico en Colonia del Sacramento cuando conoce a Claire, una turista norteamericana. Ella se va y comienzan una relación online que consume la vida de Julio. En un intento por estar juntos, pide la visa para viajar a Estados Unidos pero es rechazado por su pasado. Cuando todo parece perdido, Claire decide ir a Uruguay. Según el protagonista de esta película, él pertenece a una generación criada por Disney y padres divorciados, lo que le lleva al inevitable fracaso en sus vínculos amorosos. Partiendo desde este contraste que conmueve al personaje, la película plantea sus conflictos desde el humor. Porque además del presente sacudido por un loco e instantáneo amor, en Julio hay una herencia de peso: la de una familia de comunistas muy comprometida con la militancia política que no recibe de la mejor forma su enamoramiento con una turista estadounidense.

Julio es un soñador, a pesar de los años y los amores frustrados ya vividos. Un ser cuyo encanto parece provenir de los tropiezos consigo mismo.
A partir de este núcleo argumental, la película se abre como una comedia romántica, pero sin renunciar a una serie de elementos indefectiblemente uruguayos, donde las guiñadas hacia las tradiciones del género se suman a otros personajes que contribuyen al humor sobre el que está construido el relato.

Julio, felices por siempre marca el debut en el largometraje del director Juan Andrés Solé.

Entre los ciclos del mes llega Una mirada al Cine Sueco. El cine sueco no empezó con Ingmar Bergman ni terminó con él, aunque la distribución internacional, demasiado llena de superhéroes, le haya dado la espalda con frecuencia en los últimos años. Hace varias temporadas que la Cinemateca viene intentando llenar este vacío y esta muestra que se presenta ahora gracias al apoyo del Instituto Cultural Suecia Uruguay es otro ejemplo. Sigue habiendo un cine sueco, con frecuencia de sorprendente calidad, y este ciclo recoge algunos títulos significativos. Tres ficciones, aunque una basada en una historia real, y tres documentales que van desde los campos de prisioneros en Siria hasta un remoto pueblo de Costa Rica.

Esto y mucho más los espera en Cinemateca.

Como siempre, toda la programación podrá conocerse en el sitio web de Cinemateca, www.cinemateca.org.uy.

Para estar en contacto seguinos en Twitter CinematecaURU

o en Instagram @cinematecauruguaya.

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