Mariana Arias
Actrices / 1 agosto, 2019 / María Varela
¿Cómo fue tu formación artística?
Arranqué con el teatro desde muy chica, en la escuela, luego empecé a hacer algún otro taller en distintos lugares, estuve en la Escuela del Actor y también en la escuela de Comedia Musical. En el 2008 fuimos con mi vieja a ver una obra al Teatro Circular, y me encantó, averiguamos por los cursos de aproximación al teatro y al año siguiente, con 15 añitos recién cumplidos arranqué. Hice los tres años, y siempre presionando a los que hoy son mis compañeros para que abrieran la escuela. Cuando terminó el curso también estaba terminando Bachillerato Artístico en el IAVA (Instituto Alfredo Vásquez Acevedo), quedaba en la nada, quería seguir haciendo teatro y me anoté para dar la prueba en la EMAD (Escuela Multidisciplinaria de Arte Dramático), pero no tuve suerte, entonces volví a la Escuela del Actor, y estando ahí me enteré que abría la escuela del Circular, me anoté y después de un mes de cursillo arrancamos la carrera con tremendo grupo y egresamos en el 2016. En el 2017 recibí la invitación para formar parte del elenco.
¿Qué significa para vos estar en un teatro independiente como es el Teatro Circular de Montevideo?
Significa un montón tanto a nivel social y cultural como a nivel personal, el Circular es un teatro que se sostiene a pulmón hace 65 años, que se sostuvo frente a las peores condiciones y sigue manteniendo su lucha. A nivel personal significa mucho, entré al Circular con 15 años y una idea muy clara, yo quería ser parte de ese lugar. Luego de los talleres entré a la Escuela y aunque en el 2014 mi vida tuvo un quiebre muy grande que me hizo creer que nunca iba a poder volver a actuar, el amor de mi familia, amigos y de mis compañeros del teatro me dieron las fuerzas para retomar con toda la energía, y seguir luchando para poder volver. El Circular me abrió las puertas, me dio la chance de seguir estudiando, de terminar la carrera y de hoy formar parte de su elenco.
¿Qué es lo que más disfrutas de tu trabajo?
Disfruto todo, desde el primer momento, leer el texto, imaginarme la puesta, ir a ensayar, probar mil cosas distintas, frustrarme, enojarme, volver a empezar y encontrar algo de lo que aferrarme, el abrirme conmigo misma y con el otro para poder crear, el no parar de aprender nunca, el compartir el espacio con gente que tiene tremenda carrera y con gente que recién está arrancando como yo. Disfruto el juego, el aprendizaje constante, las anécdotas de camarín, el maquillarme, el vestuario, la transformación y sobre todo el nudo en el estómago antes de salir a escena, creo que eso es lo que más disfruto, ese nudo que me corta la voz, que me hace preguntarme ¿qué carajo hago acá? Pero que desaparece cuando empieza el juego, y se transforma en una sensación maravillosa.
¿Cómo se prepara un actor, antes de entrar a escena?
Procuro llegar bastante temprano, con el mate, estar tranquila, maquillarme, peinarme, vestirme, quedarme un rato en el camarín tranquila y después calentar un poco el cuerpo y la voz. Con el elenco de Marathón, siempre hacemos una ronda de concentración antes de abrir las puertas y luego esperamos al público bailando con toda la energía.
¿Qué importancia tiene para vos lo artístico a nivel social?
Yo creo que todas las manifestaciones artísticas son necesarias en la sociedad, desde el vamos lo artístico trasmite la esencia de las diferentes culturas, nos encuadra, nos muestra cómo se vivía. Hoy en día tiene un lugar de distracción, de entretenimiento, el espectador busca distenderse, hacer catarsis, verse reflejado de alguna forma en esa expresión artística, y al mismo tiempo es una forma de denuncia, de reivindicación, de demanda, de hacer política, de decir de una forma mucho más «linda» y con palabras de otro lo que muchas veces no nos animamos, o no podemos decir.
¿Qué estás haciendo actualmente?
Ahora estamos en la sala uno del Teatro Circular los sábados y domingos con la obra Marathón, de Ricardo Monti con versión y dirección de Cecilia Baranda, estoy arrancando los ensayos de Operación estrella una obra escrita y dirigida por Julieta Lucena, basada en el libro 38 estrellas de Josefina Licitra, que vamos a presentar en setiembre en La Gringa Teatro. Y también estoy incursionando en el mundo de la murga, dándole un poco de bola al canto, que siempre me gusto, en noviembre damos la prueba de admisión para carnaval 2020 con la murga En dos panes.