Del viernes 2 al miércoles 7 de noviembre. A las 19.30 hs
Del viernes 9 al miércoles 14 de noviembre A las 21.10 hs
Dir: Aldo Garay.
Uruguay 2018 – 85 min. (Digital).
Fotografía: Germán de León. Música: Eduardo Blanco. Producción: Cordón Films/Lupe Films. Elenco: Dana Franco, Gisselle Franco, Victor Hugo Azañero, Daniel Escondeur, Julio Baccaro.
Pese a su título, el protagonista de este documental sobre el líder del grupo musical Los Iracundos, no es Eduardo Franco. Al director uruguayo Aldo Garay (Mi Gringa, retrato inconcluso, 2001; La espera, 2002; Cerca de las nubes, 2005; El círculo, 2008; El casamiento, 2011; El hombre nuevo, 2015) le interesa más el impacto que tuvo Franco en la vida de gente a la que estuvo vinculado. Ese abanico incluye a Dana y Gissella, respectivamente, su viuda y su hija; Victor Hugo Azañero, un peruano que peregrina desde su país a Paysandú una vez al año; Velarde Gil, un escultor que hace estatuas de tamaño natural y con algo de fantasmal; su peluquero; un amigo al que Franco le recita versos; un fanático que tiene un programa semanal con su música. A través de los testimonios de esa gente, Garay arma un rompecabezas (a lo El ciudadano de Orson Welles, ha dicho alguien) cuyas piezas van encajando hasta redondear el retrato de un personaje popular pero también complejo y misterioso. La película se inicia con la ceremonia con la que, en el Cementerio Central sanducero, se recuerda todos los 1° de febrero el aniversario de la muerte de Franco (en 1983. por cáncer linfático, a los 43 años). Desde allí, se instala la idea de Franco como un personaje religioso: hablan un diá- cono y un sacerdote y su imagen es saludada como un icono católico. La película sugiere de a poco en su personaje a un individuo con características místicas, y su historia aparece contada, de alguna manera, por sus apóstoles. Sin embargo, Garay tiene el buen criterio de no construir un film solemne o una hagiografía: su película incluye elementos de comedia, fragmentos de legítima emoción, y algunas revelaciones inesperadas de sus entrevistados que exhiben al periodista atento que también puede ser. Y hay también en el film un cineasta: con frecuencia, la cámara descubre cosas que complementan y ocasionalmente contradicen a las declaraciones. La película puede ser también una revelación.