Más allá del reiterado chiste de que los orientales (de Oriente, no del Uruguay) son tipos muy misteriosos, es un dato que el cine asiático era un perfecto desconocido en Occidente hasta después de la Segunda Guerra Mundial. En las décadas previas, sin embargo, países como Japón o la India habían desarrollado industrias muy florecientes (India sigue siendo hoy el principal país productor del mundo), y en particular en Japón había ya una pléyade de creadores de primera línea que podían llamarse Yasujiro Ozu, Kenji Mizoguchi o Akira Kurosawa. El fin de la guerra y la ocupación de las naciones vencidas por los vencedores acercó a la gente y promovió un conocimiento mutuo antes impensado, y es posible que por eso recién a principios de los años cincuenta los festivales internacionales comenzaron a dejar constancia de que en Asia estaba pasando algo. La primera noticia la aportó acaso el festival de Venecia de 1951 al premiar a Rashomon de Kurosawa, pero pronto le seguirían otros japoneses (el interesante aunque hoy un tanto olvidado Teinosuké Kinugasa, de La puerta del infierno, por ejemplo), y un poco después se sabría (también en Venecia) que el indio Satyajit Ray era un maestro. Este breve ciclo proporciona una ligera idea de algunos de esos descubrimientos que se ampliarían en años posteriores.
RASHOMON
(RASHOMON)
Dir: Akira Kurosawa.
Japón 1950. -88 min.- ST.
Con Toshiro Mifune, Masayuki Mori, Machiko Kyo.
El impacto de este film en el festival de Venecia de 1951 permitió el conocimiento del cine japonés en Occidente. Las varias versiones de un adulterio y un crimen, un rompecabezas que el espectador debe reconstruir, porque la verdad es esquiva.
EL GUSTO DEL ARROZ EN TÉ VERDE
(OCHAZUKE NO AJI)
Dir: Yasujiro Ozu.
Japón 1952. -116 min.- ST.
Con Shin Saburi, Michiyo Kogure, Koji Tsuruta.
La crisis de un matrimonio de la alta sociedad, con una historia de rebelión juvenil contra los matrimonios arreglados que opera como anécdota secundaria. Ozu examina con su clá- sico estilo el deterioro de ciertos valores de convivencia.
HISTORIA DE CHIKAMATSU/ LOS AMANTES CRUCIFICADOS
(CHIKAMATSU MONOGATARI)
Dir: Kenji Mizoguchi.
Japón 1952. -102 min.- ST.
Con Kazuo Hasegawa, Kyôko Kagawa.
La crítica japonesa considera a éste uno de los mejores films de Mizoguchi, sobre famosa obra teatral de Chikamatsu (el Shakespeare japonés), que narra la historia de un amor condenado. En Kioto, hacia 1683, la mujer de un comerciante se enamora de su sirviente. La pareja ilícita es perseguida, pero no tanto por la infidelidad de la mujer, sino porque los comerciantes rivales de su marido se proponen destruirlo.
PRIMAVERA TARDÍA
(BANSHUN)
Dir: Yasujiro Ozu.
Japón 1952. -108 min.- ST.
Con Chyshu Ryu, Setsuko Hara, Yumeji Tsukioka.
Una hija, su padre, un galán que pretende a la chica pero cuyo pedido de matrimonio se estrella contra una barrera de complejas relaciones. La familia, la convivencia, y el estilo riguroso y estricto de Ozu.
APARAJITO
(APARAJITO)
Dir: Satyajit Ray.
India 1956-105 min.- ST.
Con Kanu Bannerjee, Karuna Bannerjee, Pinaki Sengupta.
Segunda entrega de la trilogía iniciada con Pather Panchali. La juventud del protagonista Apu en Benarés, con fuerza y poesía. Otra obra mayor de Ray.