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Cine

El camino del tabaco (Ciclo)

  • Inicio: 23/04/2025
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Tobacco Road
Estados Unidos, 1941

Dirección: John Ford

Con Charley Grapewin, Gene Tierney, Marjorie Rambeau, William Tracy, Elizabeth Patterson, Dana Andrews, Slim Summerville, Ward Bond, Grant Mitchell.

Duración: 84 minutos
Se basa en una de las obras teatrales más exitosas de la Gran Depresión y narra las desventuras de una familia de campesinos asediados por presiones ajenas (los bancos) y limitaciones propias (la indolencia, el analfabetismo), enraizadas en el hecho insoslayable de que la tierra que habitan no les pertenece. Con elementos bastante cercanos Ford había hecho poco antes su obra maestra VIÑAS DE IRA, con un tono humanista e idealista cercano al de sus westerns. En EL CAMINO DEL TABACO, en cambio, practica un registro opuesto y complementario: el del humor incorrecto, violento, cáustico, al estilo de la muy posterior FEOS, SUCIOS y MALOS (Scola-1976). Algo de eso venía, por lo que se sabe, de la obra, que también utilizaba el humor para revelar las miserias que había dejado el crack de 1929. Pero Ford se lo apropia y le agrega componentes inconfundiblemente suyos, como el gag recurrente de los cantos religiosos, en un conexto en que la fe se solapa con la superstición. Al parecer la obra fue cuestionada en su adaptación por el sistema de autocensura hollywoodense y hubo que depurarla, pero Ford se permitió invocar esas omisiones en la asombrosa escena en que Gene Tierney, de manera literal, repta sexualmente para seducir a Ward Bond. La situación ocurre en un exterior pero Ford se las arregla para meter una cama en el encuadre. Lo más asombroso del film, no obstante, es que, por encima de todas las miserias que los protagonistas sufren y provocan, Ford encuentra la manera de celebrar su humanidad. En dos o tres escenas, con un cambio de registro musical y compuestas emocionalmente con elementos muy simples (el paisaje, la tierra, un perro), John Ford, máximo poeta del cine, dice que los pisoteados, los olvidados, los que carecen de todas las virtudes burguesas, también tienen derecho a gozar de las cosas buenas de este mundo.