Carmín (Ciclo)

El nuevo documental de Aldo Garay está estructurado en capas. La primera es el director (Garay) documentando lo que filma una colega, la artista y activista trans Sofía Saunier, que simultáneamente recoge testimonios del maltrato, marginación y violencia que reciben las personas trans, que tiene un canal en Youtube, llamado Transur, donde sube historias y relatos. En paralelo, se muestra la relación entre Sofía y Carmen, una señora mayor, con la que conviven y con la que deben mudarse varias veces. El documental visibiliza una temática que más allá de las leyes, continúa poniendo nervioso a todo un sector de una sociedad pacata e hipócrita. Carmín es una comedia para las nuevas familias que narra una épica artística y el vínculo entre Sofía y Carmen, dos mujeres muy diferentes, pero unidas ante la vida.

El director Garay (Cerca de las nubes, El círculo, El casamiento, El hombre nuevo, La espera) ha sostenido que en este género el guión nace realmente cuando finaliza el montaje. “En un documental vas a descubrir cosas, te encontrás con escenas que no esperabas. Ves cómo va transcurriendo. Te diría que el final del montaje es el guión”.
La considerable trayectoria de Garay ha recibido múltiples premios nacionales e internacionales. Desde 1998 ha realizado distintas series documentales para TV Ciudad, tales como Vivir en Rojo que fue premiada como la mejor serie documental de 2001. La Espera su primer largometraje de ficción fue estrenado en el Festival de San Sebastián y obtuvo el Premio FONDO Uruguay en 1999 y el premio SIGNIS/OCIC de Postproducción Cinematográfica en 2002. Recibió también un Teddy Award de la Berlinale por su film El hombre nuevo.
Interrogado sobre sus criterios como realizador, Garay ha explicado: “Hoy lo primero que persigo es contar una historia y que no sea la mía. No me afilio al documental en primera persona. Me gusta contar, intentar ordenar el caos de una vida o de muchas vidas. Dar un orden y dotarlo de una épica, de pequeñas luchas. Por ejemplo, por casarse o por volver a ver a la familia. La construcción de un personaje que sea impulsado a lograr algo que pueda ser aparentemente muy chico o insignificante. A nivel de recursos, todos los recursos son válidos, menos esa voz off donde el director cuenta lo que le pasa por la cabeza. Solo la usé en el prólogo de El casamiento, porque me invitaron a ser el padrino y lo conté como parte de una introducción del relato. No me interesa ponerme como eje principal de las historias, sino contarlas con los recursos que me brindan los protagonistas directos.”¨