El mundo teatral de Victor M. Leites. Una escritura que nos identifica

Institucional / 1 marzo, 2021 / Luis Vidal Giorgi

Víctor Manuel Leites (1933-2016) fue un dramaturgo que abrevó con singular expresividad en situaciones y personajes de nuestra historia, acercándolos en su contexto con bien delineados trazos sociales, que posibilitaban una visión contemporánea de esas raíces de la nacionalidad uruguaya. La edición de sus principales obras es otro aporte a esa valoración de nuestra identidad.

Entre Quiroga y Varela, la sombra de Gardel

En la galería de personajes de nuestro patrimonio sobre los que Leites escribió para la escena, están: Horacio Quiroga, José Pedro Varela, Julio Herrera y Reissig, Francisco Acuña de Figueroa, María Eugenia Vaz Ferreira, Venancio Flores y Bernardo Berro. A los que podemos sumar las obras, donde los personajes históricos son presencias que, aunque no aparezcan, condicionan el accionar de los protagonistas, como son en los casos de Carlos Gardel y José Batlle y Ordóñez.

Los dos tomos de sus obras de reciente publicación fueron compilados y editados con amorosa dedicación por su esposa, la arquitecta Marta Fornasari, y con el objetivo de ser una fuente de consulta sobre su obra, ya que la misma se incluye en los programas de enseñanza. Y con el fin adicional de ser un muestrario del contexto en el que se gestó la creación teatral del autor.

Entre las obras de editadas, encontramos las dos obras que Leites le dedicó a Quiroga: la primera, Quiroga Quiroga, resaltando los acontecimientos biográficos del escritor salteño, y Amor Pasado, ya más centrada en los conflictivos amores de Quiroga y su forja como artista. La obra Varela, el Reformador ya planteaba los desafíos de la educación ante los cambios sociales, así como la descentralización del país y las actitudes frente a las dictaduras militares. El loco Julio, sobre el escritor Julio Herrera y Reissig, una visión condensada de la intensa y original obra del poeta montevideano de breve vida. Se incluye también La noche de los cuchillos largos, ambientada en los conflictos violentos en la política del siglo XIX entre los partidos tradicionales. El chalé de Gardel, sobre la impactante historia de Bonapelch, un admirador de Gardel, yerno del constructor Ángel Salvo, a quien mandó asesinar en el contexto histórico que desemboca en la dictadura de Terra. Y, por último, su obra más representada que constituye un hito en la historia del teatro uruguayo: Doña Ramona, basada en la novela de José Pedro Bellán (1889-1930), al reflejar una familia burguesa sacudida por los cambios sociales y políticos de principios del siglo XX, que eran desde el divorcio, los sindicatos movilizados, el voto secreto, los nuevos roles de la mujer, la inmigración fundamentalmente europea al Río de la Plata y la inmigración del campo a la ciudad. Un espectáculo memorable bajo la dirección de Jorge Curi en el Teatro Circular a principios de los ochenta, que luego se volvería a representar en otra versión en la Comedia Nacional, dirigida por quien fue actor protagonista de la primera, Jorge Bolani.

Asimismo, el acierto de la oportuna edición no se limita a las obras, ya que incluye entrevistas y notas a Leites, junto a otros textos del autor; recordemos que, además de su dramaturgia, ejerció la crítica teatral en el diario “El Popular, en el semanario La Democracia, y fue director artístico de la Comedia Nacional. Se rescatan también críticas de las obras aparecidas en medios de prensa de la época, fotos de las representaciones, carátulas de los programas, testimonios de directores y actores, todo lo cual constituye un acervo para la mejor historia del teatro uruguayo. A su vez, nos permite conocer otras facetas menos conocidas de Leites; por ejemplo, como letrista de carnaval, con la inclusión de la retirada que escribió para Los Diablos Verdes en 1989.

De Informe para distraídos a Doña Ramona

Para dar un perfil más exacto de la obra relevante del creador Leites y tomando como base los materiales que se encuentran integrados en el libro, extraemos algunas respuestas de entrevistas que le realizaron. En una de ellas lo entrevista Danubio Torres Fierro en el diario De Frente, en 1970, y al preguntarle acerca de las pautas sobre las que construye su obra, Leites contesta: “Me apasiona indagar sobre las nuevas formas porque intuyo que toda la experiencia contemporánea, a nivel mundial, recuperará para el teatro el merecido lugar de privilegio entre todas las artes; creo que quien escribe tiene la obligación de escudriñar todas ellas para intentar verterlas a su ámbito.

Es difícil especificar las pautas sobre las que uno construye sus obras. En todo caso, cierto eclecticismo, por ahora, es la principal pauta; en Informe para distraídos, empleamos algunas técnicas del guion para televisión; en Canción popular de Montevideo nos convertimos en deudores de Brecht y Weiss, y también —por qué no— del music-hall”.

En otro reportaje realizado por el crítico Yamandú Marichal para el diario El País, ante la pregunta acerca del por qué elegir el texto de Bellán para reescribirlo y escenificarlo, Leites contesta: “Porque se ubica en un periodo clave de nuestra historia, con un choque de ideas que quizá está hoy vigente… y seguramente va a seguir estando… Siempre abrá dos posiciones antagónicas: una progresista y otra que quiere conservar sus privilegios a toda costa, algo que ocurre bajo cualquier forma social… es una constante de la vida, del hombre en sociedad”. Y luego, cuando se le pregunta si esto se refleja en sus obras, señala decididamente: “Todo esto es el núcleo principal de mis ideas sobre el quehacer teatral”. En otra parte de las entrevistas complementa sus definiciones expresando: “Elijo una temática que a través de lo nacional nos acerque a lo universal… La función del dramaturgo es interpretar a su tiempo y su gente”. Por lo que estas obras editadas, junto a sus testimonios y documentos, nos confirman que ese interpretar fue un logro perdurable en su aporte al teatro nacional.

 

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