Santiago García: 20 de diciembre 1928 – 23 de marzo 2020

Teatro / 1 abril, 2020 / Arturo Fleitas

En estos días de emergencia sanitaria nos llegó la triste noticia del fallecimiento del Maestro Santiago García, referente de la escena contemporánea de nuestra Latinoamérica.

Compartimos la reseña que en su memoria publicó REDELAE (Red Eurolatinoamericana de Artes Escénicas):

“Actor, dramaturgo, director de teatro nacido en Bogotá, en 1928. Su entrenamiento actoral lo comenzó en 1957 en Bogotá, con el director japonés Seki Sano; después lo continuó en la Universidad de Praga y en el Actor’s Studio de Nueva York.
García fue uno de los fundadores, en 1966, junto con artistas e intelectuales de la capital, del Teatro La Candelaria, del que siempre ha sido director. Dirigió innumerables montajes teatrales tanto en su país como en Cuba, México, Estados Unidos y Costa Rica.
Su aporte se basó en la adaptación de las teorías brechtianas desarrollándolas con La Candelaria. La obra de García está unida al grupo de La Candelaria ya sea como actor, director, autor individual o de obras de creación colectiva, que deben ser vistas dentro de la perspectiva del movimiento Nuevo Teatro colombiano, con búsquedas y lenguaje teatral propios y caracterizadores.
El método de creación colectiva fue su aporte al teatro universal, asociado a la propuesta de Enrique Buenvaventura (TEC Cali) aunque con diferencias conceptuales.

Maestro generoso, será recordado en todo el continente por sus enseñanzas y sentido del humor que hacía de sus propuestas teatrales más cercanas al público, su público que ahora, en unión de la comunidad teatral de este espacio cultural común de Iberoamérica, lo ve partir con un aplauso agradecido.”

Y aquí, un fragmento de las palabras del Maestro extraídas del libro “Diálogos con Santiago García”, publicado en 2016:

“A mí me interesa más que una reflexión de por qué la muerte, es por qué la vida. Porque la muerte es una cosa consustancial de la naturaleza. La muerte es una presencia que muchas veces lo ronda a uno. Pero lo que es más cuestionable, para mí es la vida. Por qué está uno vivo, qué es ese cuento de la vida. Cómo la vida es indetenible, no se puede parar, entonces la única manera de pararla es con el teatro. Allí uno puede detenerla, echarla para atrás para adelante, la puede manejar. Esa necesidad de detener la vida no la he querido tener yo, sino los personajes. Yo he encontrado personajes que les da por ahí. Esos son los personajes que me han interesado, mucho más… Pero no soy yo el que quiere alargar un día, y que no tenga 24 sino 60 horas, para poder tranquilamente hacerme las preguntas y buscar algunas mínimas respuestas sobre qué es la vida. Eso es lo que han hecho mis personajes. Yo, personalmente, no siento esa ansiedad tan grande, pero me encantan los personajes que tienen esa ansiedad.”

 

Para despedirnos de esta edición, queremos reiterar por este medio nuestro más sincero agradecimiento a todos aquellos que siguen brindándonos su apoyo en este difícil momento.
Agradecemos también los numerosos mensajes de afecto recibidos. El aporte de ustedes es, ahora más que nunca, de una inmensa importancia para el sostén de la cultura en general, así como de los artistas nacionales, con quienes nos solidarizamos profundamente.

Deseamos que pronto se revierta esta situación dejando atrás el menor daño posible.

A todos ustedes un cálido saludo a distancia y un enorme ¡GRACIAS!

 

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