«La era Tabárez: doce años que cambiaron el fútbol uruguayo» es un exhaustivo repaso del periodista Luis Prats que pone en justa perspectiva el trabajo que Washington Tabárez ha realizado al frente de la Selección de fútbol nacional y las ramificaciones que este mismo trabajo ha tenido, inclusive en nuestra sociedad.
Aunque a priori este es un material que bien podría potenciar al hincha, o la visión festiva y que apuntara a lo emotivo -cualquiera que ame el fútbol no puede mirar sino con alegría los últimos doce años de la Selección uruguaya- dado que en datos fríos es un período con muchos más éxitos que fracasos, la postura de Luis Prats -veterano periodista de variados medios como Búsqueda, El Observador y El País, entre otros, y autor de libros como «La crónica celeste» (2000), «Montevideo, la ciudad del fútbol» (2008) y «Goles y votos» (2013)- es otra. Prats apela al más puro reporte periodístico, al dato frío, al informar simplemente aquello que pasó con pelos y señales, con datos, números y estadísticas. Aprovecha un minucioso registro de prensa, conferencias de prensa y declaraciones de los protagonistas como para ir construyendo -no sin cierto ritmo literario- las andanzas de esta Selección uruguaya.
Primero construye, si se quiere, a su protagonista. Washington Tabárez es el faro de este proceso y el libro de Prats nos ubica en sus orígenes como futbolista, su pasaje por distintos clubes con discreta suerta y sus estudios en Magisterio, los mismos que le valdrían tanto el título como el mote de «El Maestro». Luego hay un breve repaso de su carrera como director técnico -incluyendo su efímero paso por la misma Selección nacional en el 90- para centrarse, y centrar el grueso de su trabajo, en el período actual, el mismo que daría comienzo en el año 2006 y que vendría de la mano de una postura extra deportiva (y eso si entedemos ingenuamente lo deportivo como sólo lo inherente a lo que ocurre en la cancha) cuando Tabárez presenta su «Institucionalización de los procesos de selecciones y de formación de los futbolistas» -que fue conocido casi inmediatamente como «El Proceso»- y con ello pretende estructurar tanto humana como deportivamente a las distintas selecciones -sub 15, sub 17, sub 20 y la mayor- generando el cuidado del joven grupo que las compone.
Prats logra una uniformidad sorprendente a medida que combina los avatares deportivos -las muchas victorias, sí, pero también las derrotas que han puesto más de una vez el cargo de Tabárez en tela de juicio- con los resultados humanos; con el acierto de este «Proceso» que ha vinculado a jóvenes deportistas durante casi toda su edad activa a una misma Selección; con la constitución de un grupo humano a prueba de balas que, sin importar el renueve constante de sus integrantes, responde a ideales como dignidad, lealtad, responsabilidad y una idea casi que novedosa de servir de ejemplo a algo más grande.
Todo esto se sintetiza -en la realidad y en este libro- cuando se llega en sus instancias finales al movimiento «Más unidos que nunca»; cuando, encabezados por los jugadores de la Selección, numerosos jugadores de fútbol se han reunido para combatir las infames condiciones de nuestro deporte rey local y lo desmedido de algunos cobros y descuentos. Con el mismo rigor periodístico, Prats recorre esta instancia sin descuidar jamás el reporte de la Selección nacional durante sus mejores y peores momentos. Y a pesar de su necesaria frialdad -podemos decirle objetividad- uno no puede dejar de sentir emoción cuando se repasa la victoria contra Ghana en Sudáfrica 2010 o la obtención de la Copa América en Argentina en 2011, o incluso la más reciente clasificación a Rusia 2018.
Porque si algo significa esta Selección para muchos -todos los menores a 60 años- y el libro de Prats lo plasma a puro dato e informes, es que este grupo dirigido por Tabárez ha sido y es fuente de alegrías, de momentos que guardamos en la menoria; de recuerdos por fin a colores y no repeticiones interminables de añejos momentos en blanco y negro.