Pelusa Vidal

-¿Cuándo empezó a interesarte el teatro?

-En la década de 1960, cursaba segundo año en el hermoso liceo Francisco Bauzá, cuando nos comunicaron que nos llevarían a todos al Solís a ver Peribáñez y el Comendador de Ocaña. Allí comenzó el deslumbramiento, ya que era la primera vez que visitaba el Solís, y en el escenario entre muchos excelentes actores, estaban Estela Medina y Alberto Candeau. Sus voces quedaron en mi recuerdo por mucho tiempo, al igual que ese mundo mágico del escenario. Pasaron algunos años, y un profesor de matemáticas de Magisterio, Hugo Scarone quien por ser muy joven se había convertido en un amigo de muchos de nosotros, me dijo: “hay llamado a inscripciones en un teatro para ser actores, se llama Club de Teatro, ¿por qué no vas? Y fui, era el empujoncito que me faltaba. Desde ese momento nunca más me separé de la actividad teatral.

-¿Cómo ha sido tu experiencia en el teatro independiente?

-Una experiencia de felicidad, entusiasmo, aprendizaje de vida y creación, además de generar estrechos vínculos de amistad. La primera etapa fue en Club de Teatro, donde hice la Escuela y trabajos con el elenco a nivel profesional. Pero paralelamente, hubo una fuerte enseñanza  en la parte institucional, que agradezco profundamente, que me marcó respecto al trabajo en todo sentido, más allá del escenario. Hacíamos de todo, guardias en las funciones, limpiezas, como si fuera tu casa, entrevistas a los espectadores que salían de ver las funciones. Nos  estimulaban a ver teatro todo el tiempo,  de modo que íbamos al Galpón, al Circular y a la Comedia Nacional, permanentemente. El primer golpe fuerte que recibí fue el cierre de la hermosa sala de Club de Teatro, que nos dejaba en la calle. Por supuesto que salimos a buscar soluciones, pero sin suerte. Sí recibimos apoyo de otro grupo, el hermano mayor, generoso, que nos permitió funcionar en su sala Mercedes: el teatro El Galpón, ¡que hoy está cumpliendo sus 70 años! Y completé mi oficio de actriz en Teatro Circular, donde estuve 20 años.

-Jorge Curi fue un maestro y un gran referente de muchas generaciones teatrales, tuviste la suerte de haberlo conocido y haber compartido grandes momentos junto a él. Hablanos un poco de esa historia compartida.

-El queridísimo maestro Jorge Curí, es un capítulo aparte en mi vida. Nos unió la circunstancia generada por el golpe de Estado, y el comienzo de la resistencia. También nos unió los espectáculos magistrales que hizo  Curi, junto al Teatro Circular, el bastión de la resistencia a la dictadura, y el mantenimiento de un importante grupo de teatro independiente y su sala abierta a pesar de todo. Ver sus obras como espectadora, trabajar en ellas como actriz me dio la posibilidad de conocer al inmenso hombre de teatro, su sabiduría como director de actores, su cultura, a su humor increíble. El teatro con Curi era una fiesta permanente de alegría y aprendizaje.

Y así fue que  bajo la seducción de este gran maestro, y gracias a su invitación a colaborar, me metí de lleno a recuperar y  gestionar el   hermoso teatro Victoria que tanto quiso y defendió en estos 21 años.

-¿Qué significa para vos el Teatro Victoria?

-Unos cuantos años de mi vida dedicada a pelear por este noble edificio, para evitar que se cierre, para lograr su mantenimiento como edificio, mejorar su infraestructura, compartirlo con el medio teatral, estrenar lo que se pueda como actriz y todo esto desde hace 21 años, con cabeza de teatro independiente, y quiero aclararlo que mi única ganancia es el orgullo de verlo funcionando, la sala llena, ver a los jóvenes disfrutarlo tanto como espectadores o como actores y sepan querer a un viejo de 117 años.

-¿Creés que hay un desconocimiento de nuestros antecesores teatrales?

-Nuestra sociedad en todos los terrenos, y no solo en el teatro ha sido mal agradecida a sus mayores. Es una lenta transformación que se viene dando hace bastante, que separa a las generaciones  y desconoce raíces. El caso de Curi en especial es un ejemplo para mí, cercano y doloroso. Hay pocos jóvenes que hoy saben quién es Jorge Curi.  Tiene que ver con lo efímero del teatro, pero también con todos nosotros que no defendemos el patrimonio común intangible como sería necesario.

-¿Qué proyectos tenés para este año?

-Mi interés en este momento es la organización junto a mis compañeros del Victoria de un homenaje a Curi, canalizar mi dolor por su  reciente pérdida, y seguir adelante con esta hermosa aventura.