Murgas 2024: «Las manos del alfarero»
Carnaval / 31 enero, 2024 / Daniel Porteiro
Es muy común que, cuando tenemos un año donde suceden muchas cosas y muy destacadas como para recrearlas satíricamente, el comentario espontáneo sea: “¡Cómo van a estar las murgas este carnaval! ¡Con todo lo que pasó!”. Y damos por hecho que las murgas se van a hacer un festín. Tiene sentido.
Un año fácil, podría decirse, donde hay para elegir y todo rinde porque algunas cosas rompen los ojos, están servidas. Y a veces pasa que nos quedamos como con hambre. Porque no hubo novedad en lo ya sabido. Porque faltó la mirada ocurrente, el giro ingenioso, el valor agregado. No es que suceda siempre, pero, a veces, la crítica es tan directa y lineal que ya la oímos conversando en cualquier esquina. A veces por panfletaria, simplista, unilateral, hace ruido aun compartiendo el punto de vista.
Un buen material no asegura un buen resultado. Con la misma arcilla, de buena calidad, unas manos pueden modelar un hermoso jarrón de elegantes líneas y otras componer uno tosco, irregular. Depende del arte de quien lo elabora. Que tenga bonitas formas, que sea proporcional, que no sea grosero sino sutil, que no sea evidente sino sugerente, que cautive.
Los textos elaborados con palabras que se llevan bien, nos guían con fluidez al mensaje. Las palabras pueden bailar entre ellas o tropezarse. Las frases pueden cautivar con la elegancia de su arquitectura o forcejear ruidosamente como engranajes herrumbrados.
La murga tiene, desde siempre, una hermosa tradición en la búsqueda del buen decir. Cuántas Retiradas revivimos cantando en los asados o reuniones familiares, disfrutando su poética, el encanto de sus imágenes, el placer de la frase que tan bien sintetiza algo que ya sabíamos, pero no alcanzábamos a expresar con esa belleza. Cuántos cuplés recordados por su planteo ingenioso, el acierto humorístico logrado por el certero uso de las palabras. Las comparaciones ocurrentes, la picardía, el doble sentido, el sentido trastocado. Herramientas para que el humor satírico, burlón, sarcástico, sea disfrutable y que tenga valor agregado. El arte de la murga.
El material que proporciona el 2023 es abundante y variado. Veremos cómo se lo aprovecha, si se le encuentra la vuelta ingeniosa, si aparece el comentario incisivo, si adquiere bonitas formas.
Sin pretensión de abarcar todo, aquí van unas pinceladas incompletas, apenas algo de lo que se pudo ver en los ensayos.
La gran muñeca tiene un espectáculo muy equilibrado, con una cuidada musicalidad, algo habitual en el trabajo de Edú “Pitufo” Lombardo. Desde las sutilezas de la batería, las armonías complejas o el uso de parte del coro para cumplir la función de instrumentos de viento que le dan un sonido más “orquestado”, la música revela mucha elaboración. Cuenta con un gran sobreprimo, Julio Pérez, la típica voz de murga. Y tiene a Aldo Martínez, que, con su experiencia y oficio, le aporta una presencia fuerte al momento del humor. Cuplés sobre la Inteligencia Artificial, el profesorado multiliceos, las elecciones y las campañas electorales. Se genera un clima muy especial cuando usan la canción Construção de Chico Buarque para describir una situación dura. Una Retirada con alegría, de carnaval, y buenos textos y música.
Queso magro dedicada al humor de principio a fin, tal vez con más continuidad que otras veces. Es interesante la coreografía gestual que mantienen, aportando mayor expresividad y dinámica al coro. Es el año 2074 y ellos son los nietos de los fundadores de la murga; están celebrando los 50 años de haber ganado el Concurso. La presentación que nos explica esto tiene momentos disparatados, el popurrí es de la actualidad del 2074 que, “casualmente”, coincide o continúa situaciones de hace 50 años. En el homenaje al gran año de la murga, hacen un “viejo” cuplé del 2024 que habían dedicado al conflicto del IAVA. La Retirada han decidido que, esta vez, sea el clásico homenaje nostálgico: dado que en 2074 se decidió eliminar el Concurso, le cantan a la última Noche de Fallos de Carnaval.
Curtidores de hongos tiene un medio muy bien escrito con remates ingeniosos y críticos. El espectáculo es guiado por dos personajes que componen Freddy González y Hugo Arturo, un formato ya tradicional en Curtidores que estos mismos actores han consolidado y a día de hoy exhibe una soltura disfrutable. El popurrí es sumamente duro y abarca muchos asuntos, como la ocupación del IAVA, la construcción en Punta Ballena, los trabajadores de Casa de Galicia, la seguridad social, así como varios acerca del presidente; el caso Astesiano, aquello de pasar a saludar, el pasaporte a Marset, el caso Penadés, entre otros. Cuplés donde cuentan la historia de Marset, un muchacho de barrio, sobre la transparencia de los partidos o la corrección política. Una Retirada con acertada musicalidad y virtud del coro y solistas, el canto es una prioridad habitual de Curtidores.
Nos obligan a salir tiene un elenco de fuste. La dirige un arreglador que tiene muy buen gusto y mucho oficio, Martín Angiolini. Un coro sólido donde destacan Alejandro Balbis, Emiliano (Muñoz) y el Zurdo (Bessio), y tiene escritoras que actúan y se complementan muy bien: Ximena Márquez y Ximena Vázquez. Si algo le podía haber faltado a esta murga en años anteriores podía ser el humor, algo que parece garantizado con estas dos excelentes comediantes. Para más datos, una personifica a Carolina Cosse y la otra a María Inés Obaldía, y el parecido paródico es un acierto. Buen canto, buen texto, buen elenco.
La trasnochada es una murga que busca siempre la poética en las Retiradas, constituye un momento importante al que le dedican su tiempo. Cuplés sobre lo difícil de ser padres y manejar la relación con los hijos, sobre ser “influencer” y sus avatares, un salpicón como acostumbran, rítmico y crítico. La Retirada a la Luna como metáfora de la vida.
Asaltantes con patente con Lucía Rodríguez como cupletera y Maxi Pérez el habitual partenaire. Vale destacar a una murguista que ya el año pasado llamaba la atención por la potencia de su voz y que, este año, merecidamente, participa en los cuplés con buen desempeño. Celina es hija de Daniel “Yaya” Pereyra, que fue director de Falta y Resto, y de Valeria Tanco, periodista de Tv Ciudad. Sabe colocar una voz potente en el coro cuando hace falta y en sus solos emitir una voz cálida y expresiva. Los Asaltantes son cuidadores y se aplican a cuidar la democracia, al cuidado de los hijos, entre otros.
Cayó la cabra viene este año con voz muy crítica y una dinámica que mantiene un ritmo constante.
Araca la cana está en una etapa de recambio con integrantes jóvenes que reivindican el estilo “Araca”. Un popurrí con mucho palo y desenvoltura. Demuestran que toman un camino bien orientado y logran muy buen resultado.
Los diablos verdes en un proceso similar al de Araca. Una nueva camada que toma la posta y quiere mantener la identidad histórica. En la Retirada, escrita por Raúl Castro, le cantan a Líber Seregni.
Doña Bastarda incorpora en su plantel de cupletistas a Emilia Díaz y a Pablo “Pinocho” Routin y, en el coro, a la voz de tercia del “Canario” Villalba. Cuplés sobre las app en nuestros celulares y sobre el Gral. Manini con Irene Moreira como Ministra de Vivienda.
Vuelve Un título viejo, de la mano de Fabricio Speranza y Maxi Tuala. Son fenómenos que recorren el mundo.
La margarita presenta un cuplé de una Barbie no original; y La nueva milonga, la murga-murga que canta en el denominado “estilo de La Unión”, hábilmente dirigida por Rafael Antognazza, recupera a uno de los últimos cupleteros de tradición que le va muy bien a esta murga, Claudio Rojo. Un coro solvente, bien a su estilo, agudo y potente, de esos que “soplan” fuerte.
Las murgas más jóvenes están muy interesantes. Mi vieja mula en esta ocasión no componen el mismo personaje entre todos, sino que son abogados de un buffete que atiende, sin prejuicio, los asuntos más complicados. Hay cuartetas del salpicón que obtienen por inteligencia artificial y las cantan con música que usó Falta y Resto allá por el 82 y del cuplé de la computadora de La soberana allá por el 71. El carnaval es un pacto con Satán, por lo que dedican la Retirada, con humor crítico, a contar cosas que pasan en carnaval.
A la bartola es otra de las murgas de nuevas generaciones, también dirigida por una mujer y bien dirigida como la anterior. Son golosinas y pasean su dulzura por los barrios donde van sucediendo los cuplés con mucho humor, crítica y energía.
Gente grande, en su 2.do año luego de haber pasado por la Movida Joven, también con mucha energía y humor. Tiene un plantel muy parejo donde se puede apreciar, igual que en otras, que la presencia femenina ya no se da porque se busque la participación, sino porque tienen el oficio de murguistas como cualquiera. En la colocación de la voz, en los movimientos, en la forma de rematar cuartetas, en el despliegue. Momentos muy divertidos siempre con mucha dinámica, un cuplé al calefón, otro a su futuro cuando sean Jubilenials y les toque la reforma de la seguridad social. Retirada a los festivales de murga de todo el año.
Hay murgas que vienen de otras ciudades. La Cayetana de San Carlos ya tiene su trayectoria montevideana y suele tener buenos cuplés y siempre cantan muy bien.
Jardín del pueblo llega desde Paysandú y repite porque ya concursó el año pasado. Basa su propuesta en las diferentes decisiones que deben tomar los uruguayos. Un coro potente como suelen tener las murgas sanduceras.
También repite la murga de San José, De frente y mano, esta vez criticando a la capital a través del cuplé del interior.
Finalmente, un debut que viene desde Punta del Este, La osa Rafaela, con recorrido ya en el carnaval de Maldonado. Son mucamas del complejo San Rafael, donde no faltan los de mantenimiento, porteros y propietarios a lo largo de la actuación. Oficio de murga, buen coro, mucha soltura en escena y será interesante, para el público montevideano, poder conocer otros aires.
Las murgas que concursan:
A la bartola
Araca la cana
Asaltantes con patente
Cayó la cabra
Curtidores de hongos
De frente y mano (San José)
Doña Bastarda
Gente grande
Jardín del pueblo (Paysandú)
La Cayetana (San Carlos)
La gran muñeca
La guardia vieja
La margarita
La nueva milonga
La osa Rafaela (Punta del Este)
La trasnochada
Los diablos verdes
Mi vieja mula
Nos obligan a salir
Queso magro
Un título viejo