Esther Feldman: “Temporario tiene la virtud de poner en evidencia que se puede hacer ficción nacional, que hay grandes talentos en todas las áreas creativas”

Entrevistas Centrales / 29 octubre, 2021 / Luis Vidal Giorgi

Esther Feldman es una destacada guionista argentina, cuenta entre sus numerosas creaciones de suceso la serie Okupas, Lalola, En Terapia y la telenovela Los exitosos Pells; recientemente ha guionado para Netflix El Dragón: el regreso de un guerrero. Asimismo, ha escrito varios ensayos, entre ellos: Amores en tránsito, Amados y amantes. Conversamos con ella sobre Temporario, esta serie que es idea original suya y en la cual participó en la supervisión y coordinación de los guiones.

-Estás viviendo desde hace poco en Montevideo, bienvenida y bienvenido tu aporte creativo, que ya se materializó en Temporario. A modo de introducción, contanos de esta decisión y de tu actividad actual.

-Como todas las decisiones, la de venir a vivir a Montevideo está compuesta de varios factores. La necesidad de un cambio, las ganas de vivir en un lugar más tranquilo pero que tiene todos los factores culturales de una gran urbe. La proximidad con Buenos Aires, que me permite seguir manteniendo mis vínculos de toda la vida, la rambla y, por supuesto, también la pandemia. Por mi trabajo tengo la gran ventaja de poder escribir para cualquier lado del mundo, desde cualquier lado del mundo. Entonces no significó un cambio tan abrupto. Además de este lado me esperaban grandes amigos como José Miguel Onaindia, que fue la alma mater de este proyecto. El alquimista que unió las diferentes partes y nos sentó alrededor de una mesa para comenzar a soñar con Temporario.

-En estos momentos se está exhibiendo por Netflix la serie Okupas, con buen suceso. Esos jóvenes “buscavidas” y siempre al límite mantienen el interés de los espectadores, pese a que se trata de una serie del año 2000 en la cual fuiste guionista. ¿Cuáles serían los atributos de su vigencia y cuál sería, además, una guía para los guionistas de hoy?

-Siempre digo que la vigencia de Okupas tiene que ver con ser una historia que se encuadra dentro de las narrativas de pasaje de la adolescencia a la madurez. Y ese es el camino que hace el protagonista de Okupas. También es una oda a la amistad y a las nuevas formas de familia. Todos esos componentes más, obviamente, el ojo genial de Bruno Stagnaro, creo, que fue revolucionario en esa época y sigue siéndolo, son los atributos que hicieron que Okupas “envejezca bien” por decirlo de alguna manera. Y tiene que ver también su vigencia con el hecho de que trata temas universales, que no son coyunturales, en Latinoamérica hay preocupaciones que siguen siendo permanentes, como la cuestión social. Pero de Okupas, que tuvo una repercusión mundial, hubo gente que me escribió de distintas partes de Europa, donde se daba subtitulado, lo cual es llamativo pues en la serie hay una característica muy clara con el uso del lenguaje y, sin embargo, funciona subtitulada. Creo que lo interesante de la serie radica en que se trata de una historia de iniciación, un pasaje de un mundo a otro, que sigue siendo uno de los grandes pilares de la dramaturgia y la narratología.

Si tengo que dar un consejo, es tomar temáticas universales como puede ser la de Okupas, y también las diferencias de clases sociales, las diferencias políticas o culturales, que siempre funcionan y tienen menos riesgo de volverse viejas que una historia coyuntural, de la época. Por ejemplo, soy reacia a contar con la mirada de hoy temas de la pandemia, creo que si en algún momento vamos a poder escribir sobre eso, tiene que pasar cierto tiempo y hacer un proceso, para no volverse demasiado coyuntural.

-Los que venimos del medio teatral, tanto en la escritura como en la actuación, tenemos por lo general dos desafíos: cómo armonizar las emociones contenidas en las palabras con la síntesis de las imágenes y cómo modular la técnica expresiva ante la intimidad de la cámara. ¿Cómo ves estas relaciones y cómo creés que se fue complementando en Temporario y sus guiones?

-Era el desafío más grande y admito que mi mayor temor. Corríamos el riesgo de hacer Teatro por televisión, un género que tuvo su auge y que es muy interesante, pero que no era la intención de Temporario. Y lo que se ve en pantalla no es eso. Es una ficción audiovisual filmada sobre un escenario. Y eso se debe mayormente al trabajo que se hizo con los actores. Puedo afirmar que el 99 % de las actuaciones son impecables. Han hecho un verdadero trabajo para no actuar para la fila 30 sino para la cámara.

-Temporario fue una apuesta en un momento de limitaciones que en definitiva aparece como una ampliación de las posibilidades de un elenco teatral, al abordar y generar una ficción televisiva nacional con una temática contemporánea. ¿Cómo valorás este proceso con sus virtudes a profundizar y debilidades a mejorar para continuar con estas experiencias?

-Las debilidades las voy a dejar para hablar de puertas para adentro, ya que son como los trapitos sucios, que se lavan en casa. Además, creo que no soy yo la indicada para poner en primer plano esto, ya que estoy demasiado involucrada con todo el proceso. En todo caso sería interesante escuchar qué dicen críticos, espectadores, productores, y demás jugadores de nuestro producto. Si tuviera que nombrar una, creo que el factor tiempo habría que repensarlo.

En cuanto a las virtudes, que son muchas, destaco: animarse a hacer algo en el peor momento de la pandemia, el trabajo y las ganas de toda una institución por llevarlo adelante y trabajar en equipo, poner en evidencia que se puede hacer ficción nacional, que podemos ser más que prestadores de servicios audiovisuales, que hay grandes talentos en todas las áreas creativas, lo que se hizo con la escenografía merece un aplauso aparte, el vestuario, luz, maquillaje, el área de guion con escritores y dramaturgos talentosísimos como Gabriel Calderón, Rodolfo Santullo, Laura Santullo, Carlos Morelli, Federico Borgia, Marcos Acuña y todos los que participaron en la escritura tanto de los guiones que finalmente se filmaron como los que esperan una segunda temporada.

-Para la realización de Temporario fue necesario expandir lazos entre los creadores audiovisuales de distintas generaciones y artistas teatrales, algo que en Argentina parece ser más fluido, incluso en los ámbitos de formación. ¿Cómo se materializó esa sinergia en el producto final de Temporario y cómo se puede fortalecer en un futuro?

-Establecer lazos siempre es enriquecedor. Entre diferentes generaciones, entre diferentes pensamientos, entre diferentes artes. Soy una ferviente creyente del trabajo en grupo. La mirada del otro enriquece. En ese sentido no quiero dejar de mencionar a Héctor Guido, que fue quien supo materializar la sinergia necesaria para llegar a buen puerto

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