Uruguay, 2024
Dirección: Adriana Nartallo, Daniel Amorín
Guion: Adriana Nartallo, Daniel Amorín. Fotografía: Francisco «Fran» Ziziunas, Victoria Pérez. Producción: Adriana Nartallo, Daniel Amorín. Elenco: Julieta Lucena, Sebastián Martinelli, Mariana Arias, Pablo Pípolo, Ignacio Estévez, Soledad Lacassy, Emilia Palacios, Camila Cayota, Carlos Lucena.
Duración: 97 minutos
Como si el título no fuera suficiente advertencia, la película comienza con un interrogatorio en el despacho de la policía. Una mujer joven elude las respuestas directas: queda cristalinamente claro que no está dispuesta a colaborar. Ni con este policía ni, al parecer, con ninguna forma de autoridad opresiva.
Mucho más tarde entenderemos qué lugar en la línea de tiempo de la narración ocupa esa escena y qué ha pasado. Pero todavía falta mucho, de hecho, falta casi toda la película. Pero si este film de Adriana Nartallo y Daniel Amorín no tiene paciencia con la autoridad, lo que sí tiene es tiempo. Tiempo para pensar cuantos planos van a ser necesarios para que la protagonista camine por un sendero de tierra las largas cuadras que separan el refugio al que se dirige de una civilización pretendida que se está dejando atrás. Lucía avanza decididamente por las calles del balneario y hay tiempo para seguirla y empezar a entender no solamente la estética detrás de esta película sino también su ética. Algo que debiera ir siempre de la mano. Es en ese recorrido inicial que vemos la primera señal de la situación que enmarca la narración: estamos en pandemia (o al menos existe una amenaza similar a la que sufrimos durante la reciente pandemia) y hay restricciones de movimiento y de respiración (literal y metafóricamente).