Crímenes de pasión (Ciclo)

Al director británico Ken Russell (Mujeres apasionadas, Los demonios) siempre le gustaron los excesos y hubo un tiempo, ya lejano, en que a Hollywood también. Así llegaron a existir de vez en cuando films como Crímenes de pasión, una total imposibilidad en el pacato mainstream contemporáneo. No sólo por la conducta abiertamente sexual de su protagonista sino además por lo que tiene para decir sobre el matrimonio burgués y, en su zona más demencial, sobre la represión religiosa. Este tema es explorado a través de un personaje lateral pero inolvidable que interpreta Anthony Perkins, en su encarnación más completamente chiflada y fuera de borda.