Estados Unidos, 1982
Dirección: Ridley Scott
Elenco: Harrisond Ford, Sean Young, Rutger Hauer, Edward James Olmos, Daryl Hanna, Joanna Cassidy, Brion James.
Duración: 117 minutos
Blade Runner es ejemplo de muchas cosas. Es ejemplo de un pulso propio de adaptación de literatura al cine; de madurez en la ciencia ficción como evento; de belleza artística y sofisticación dentro del duro y estrecho marco ideológico de las populares producciones multimillonarias; de que no hay que salir a buscar el libro en que se basó la película, para entender la misma. Es además ejemplo de cyberpunk audiovisual, con toques de film noir. Un film de culto.
Alguien ha mencionado que Blade Runner, basada libremente en la novela de Philip K. Dick ¿Sueñan los androides con las ovejas mecánicas? (1968) retrata una “guerra de tiempos”, en donde el ser humano ha creado una biotecnología que se traduce en el diseño de replicantes. ¿Es el tiempo de los humanos o de las máquinas? ¿Cómo conviven seres humanos y replicantes al mismo tiempo? En el film, no se habla de robots o androides como se solía hacer en su época, sino de “replicantes”; un blade runner (papel encarnado por un magistral Harrison Ford) es un ser especializado en retirarlos, sacarlos de uso.
Los replicantes son androides manufacturados en el laboratorio de la Tyrell Corporation (TC), con un sistema interno de autolimitación que sólo les permite sobrevivir cuatro años, para ser utilizados como fuerza de trabajo esclava, realizando “trabajo pesado” –dicho en términos humanos- en las colonias exteriores del planeta Tierra. Pero un pequeño grupo de escapa. ¿Es posible un escenario y un tiempo en donde las máquinas vayan más allá del fin para el que fueron programadas?¿Qué pasa cuando los replicantes se obsesionan con tener su propio tiempo y su propia longevidad? El film replantea un tema reiteradamente abordado por el cine que tiene que ver con el hombre máquina, la biotecnología que se proyecta como tecno-bio-poder, la experiencia dramática del tiempo acelerado, los límites sobrepasados de la propia condición humana y el hiper control de la sociedad de la mano de las máquinas. Además, plasma acontecimientos que remiten a la naturaleza del alma, los recuerdos y la propia existencia.