ADULTS IN THE ROOM
Francia, 2019
Dirección: Costa-Gavras
Guión: Costa-Gavras. Libro: Yanis Varoufakis. Fotografía: Giorgos Arvanitis. Música: Alexandre Desplat. Producción: Wild Bunch, Odeon, France 2 Cinema, K.G. Productions, Canal+. Elenco: Christos Loulis, Alexandros Bourdoumis, Ulrich Tukur, Josiane Pinson, Valeria Golino, Daan Schuurmans, Christos Stergioglou, Themis Panou, Aurélien Recoing, Vincent Nemeth, Cornelius Obonya, Francesco Acquaroli, Georges Corraface
Duración: 124 minutos
En su primera película rodada de Grecia, Costa Gavras (Zeta, La confesión, Estado de sitio) vuelve a lo que se le da mejor: la polémica política. Su nueva a película adapta el libro de memorias Adults in the Room, escrito por el ex-Ministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis sobre la crisis griega de 2015. Se trata de una crónica en primera persona sobre lo que ocurrió a lo largo de los cinco meses de negociaciones entre el gobierno griego y la Unión Europea. El título surge de una frase de la antigua responsable del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, que en medio de una reunión de hombres en Europa aseguró: “En esta habitación lo que faltan son adultos”, lo que hace pensar que para la ocasión faltaron líderes con capacidad de diálogo y de espíritu ecuánime y resolutivo.
El libro de Varoufákis (demasiado idealizado por Costa-Gavras según algunos observadores políticos) constituye una vasta crítica a la estructura europea y su presunta falta de representatividad democrática. “Europa”, afirma el ex-ministro, “es exactamente lo opuesto a la democracia. Aunque, es verdad que los Estados miembros son democracias en su funcionamiento, la Unión Europea es una ‘zona libre de democracia’; y aquí está la paradoja: Estados democráticos han transferido las decisiones cruciales a un Centro que carece totalmente de carácter democrático. En comparación, los defectuosos y muy problemáticos, Estados Unidos de Norteamérica, son un paradigma de democracia”.
Costa-Gavras, consigue con su puesta en escena que la película parezca un documental de los hechos acaecidos históricamente. El manejo actoral es impecable y los diálogos no tienen desperdicio, y resultan comprensibles aún para los legos en economía. Hay apuntes muy jugosos: la reiterada resistencia del primer ministro Tsipras a usar la corbata (símbolo de la apariencia y la hipocresía); la coreografía donde también él se verá manoseado por todo el mundo antes de su obligado sometimiento; la manera como Christine Lagarde observa hablar a los representantes de los países hasta que termina murmurando su frase célebre; “Hacen falta adultos en esta sala”. ¿Una película didáctica, como han reprochado algunos? ¿Y qué? Pese a desniveles y errores en su filmografía (Amén era una película pésimamente investigada, Traicionados tenía un gran tema en el neonazismo pero lo estropeaba con melodrama), Costa-Gavras sigue siendo un tipo honesto, preocupado por el mundo en que vive, y un buen narrador. No es poco.