Entrevista: Juan Saraví

Entrevistas Centrales / 29 diciembre, 2022 / Luis Vidal Giorgi

Juan Saraví:

“Todos podemos vernos y reconocer nuestras torpezas, mezquindades y sinceros intentos de convivir”

Juan Antonio Saraví, egresado de la EMAD como actor en 1989, se integra a la Comedia Nacional en el 2012, desarrollando una intensa actividad como tal. Paralelamente, ha ejercido de manera constante la labor de director, desde sus primeros trabajos con su grupo Aquelarre a diversos títulos en la propia Comedia. Para la temporada veraniega de El Galpón, con el elenco de la institución, estrena una obra de la autora francesa reconocida internacionalmente Yasmina Reza.

-Tu actividad profesional como actor en la Comedia Nacional conlleva una exigencia que acota los trabajos como director, que es otra faceta que has desarrollado, incluso en El Galpón dirigiste, allá por el 2006, un texto de la escritora italiana Natalia Ginzburg. Recordemos brevemente algunas de las puestas en escena que has presentado.

-Por suerte son ya más de cuarenta. Todo empezó por necesidad en mi grupo Aquelarre, a partir de los noventa, me gustó y logré ejercerlo. En la Comedia es más difícil, pero este proyecto da fe de que puede hacerse por fuera de ella, como tantos compañeros lo han hecho, siempre y cuando no interfiera con mis horarios allá, claro. A veces duplica la jornada, pero sarna con gusto… Con cada aventura —que lo son— crecí, siempre. Y a todas las atesoro. Con mi grupo: El beso de la mujer araña; Las musas abandonadas; Los lirios; La tempestad, con Berto Fontana. Algunos monólogos como Esta noche, Oscar Wilde, con Pepe Vázquez; Boulevard Sarandí, con Humberto de Vargas; El Tigris desorientado, con Elena Zuasti. Dirigí a Taco Larreta, Pepe Vázquez y Ricardo Beiro en Art, de la propia Reza. A María Azambuya en La entrevista, la obra que citaste. En la Comedia, Detrás del olvido inauguró la nueva sala Zavala Muniz, y El enfermo imaginario fue un hito para mí. También me encargué de la traducción, y eso aporta mucho al estudio de cualquier pieza.

-Esta autora francesa, Yasmina Reza, ha sido representada en nuestro país en varias ocasiones, incluso en una puesta anterior de la obra que vas a dirigir estuviste como actor. ¿Cuáles serían algunas características de esta dramaturga tan representada internacionalmente?

-Gracias a gestiones de Taco Larreta, Art se estrenó aquí antes que en Nueva York y Buenos Aires. Mario Morgan dirigió Tres versiones de la vida, versión en la que actué, y también hizo El hombre del azar, con Dahd Sfeir y Júver Salcedo, y Un Dios salvaje. Yo diría que su abordaje de los individuos y los vínculos es tan moderno como clásico y eterno. Y por lo tanto, universal. Todos podemos vernos y reconocer nuestras torpezas, mezquindades y sinceros intentos de convivir. Y todo con un filo inteligente y corrosivo, que dota a diálogos y situaciones de mucho humor.

-La autora señala: “Lo que más me motiva es escribir sobre gente que tiene una buena educación y, aun así, por debajo de ese barniz, se desmorona. Gente a la que le pueden los nervios. Uno se sostiene y de pronto no puede más, y el instinto toma las riendas. Es algo fisiológico”. ¿Qué comentario te merece esta afirmación? ¿Ves coincidencias con algunas de tus motivaciones para hacer teatro?

-Esa dualidad bien-mal, educación-instinto, equilibrio-desbalance… el ser humano cometiendo el pecado de la desmesura. Es el motor de cualquier conflicto, personal, familiar o grupal. Es lo que nos muestra el teatro. Sí. Me motiva a hacerlo.

-Ya adentrándonos en la obra a estrenar, Tres versiones de la vida. ¿Cuáles serían los temas, y la forma en que están presentados, que te interesaron?, ¿y sobre cuáles de estos vas a focalizar la puesta en escena?

-Lo dicho. Conflictos humanos de siempre, ridículamente expuestos. Matrimonio e hijos como campos de batalla. Carrera laboral, académica. Ser amable o arrastrarse. Preocuparse por una media corrida o por las galaxias.

– A modo de ilustración, ¿podrías mencionar alguna frase significativa que dicen los personajes?

-“¿Qué sería del Universo sin nosotros? … No somos poca cosa, nuestro tiempo es insignificante pero no nosotros…”

– ¿Algo más que quieras agregar?

– Mi más hondo y sincero deseo de siempre, de que un trabajo tan gozoso en lo interno explote en la sala con el disfrute del público.

 

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