Entrevista a Marcos Acuña

Entrevistas Centrales / 30 mayo, 2022 / Luis Vidal Giorgi

«Nos resulta importante rescatar el verso español del Siglo de Oro en la escena actual, haciéndolo accesible al espectador de hoy, sin renunciar a su belleza”

 

El Festival de Teatro Clásico de Almagro se realiza desde 1979 y se ha convertido en una referencia de la vitalidad de los textos clásicos del Siglo de Oro Español; asimismo, ha ido derivando en una mayor presencia de propuestas de Iberoamérica y, en su contenido, fomentando nuevas lecturas y reescrituras. Este año dedicado a Uruguay, cuenta con la presencia de Teatro El Galpón, con un espectáculo creado, desde la autoría y la dirección, por dos de sus integrantes: Lila García y Marcos Acuña. Conversamos con este último sobre la propuesta a representar, que parte de un texto de Calderón de la Barca.

-Para introducir a nuestros lectores al tema, ¿cuáles son las características y la importancia del Festival de Teatro Clásico de Almagro? El cual, además, este año está dedicado a Uruguay con una nutrida presencia de elencos de nuestro país.

-El Festival de Teatro Clásico de Almagro funciona como una reserva cultural del Siglo de Oro. Su objetivo es mantener viva, difundir y expandir esta tradición teatral, que además tiene una fuerte pregnancia en nuestra cultura. Basta recordar el aporte fundacional de Margarita Xirgu en el teatro nacional y la implicancia del verso español en nuestras escuelas de formación artística. Este Festival se ha posicionado como un importante epicentro cultural en Europa, con propuestas tanto nacionales como internacionales, promoviendo un encuentro cultural que se caracteriza por ser feminista, hispanista, americanista, inclusivo y accesible. Este año, al ser Uruguay el país invitado de honor, como parte de El Galpón sentimos la necesidad de estar presentes. El proyecto fue seleccionado por el INAE como uno de los grupos que recibirán un apoyo para representar a nuestro país en el festival.

-El espectáculo está basado en una obra de Calderón de la Barca, La hija del aire, que se centra en la Reina Semíramis, un personaje de leyenda de la historia de Asiria y Babilonia, ¿cómo es la visión de Calderón sobre este personaje de gran fuerza y poder, y la de la versión y actualización que han realizado ustedes pensando en un público de hoy?

-El proyecto comenzó a raíz de una investigación sobre las figuras femeninas del Siglo de Oro, así fue que con Lila García nos encontramos con Semíramis, este inmenso personaje que cuenta tanto con ribetes históricos como míticos. Nos resultó muy interesante la premisa de una mujer ostentando el poder político en un contexto histórico donde eso “era cosa de hombres” y el vínculo que tiene este personaje con el poder y el destino. Investigando en la producción teatral que se hizo en base a Semíramis, nos encontramos con grandes contradicciones entre la representación artística y los pocos datos históricos que se conservan o se le atribuyen, y sobre todo con un tratamiento de esta figura que nos resultó bastante complejo. Desde la obra de teatro La gran Semíramis, de Cristóbal de Virués, que la presenta como una reina corrupta, violenta e incluso incestuosa, hasta las dos obras de Pedro Calderón de la Barca, que, no alejado de las condicionantes históricas de su tiempo, le da un tratamiento al personaje un tanto más benevolente, sin dejar de resaltar su carácter soberbio, ambicioso y arrogante. Nuestra versión, que toma como base las dos obras de Calderón —La hija del aire (parte I y parte II)—, propone otra mirada al personaje de Semíramis, una revisión desde su relación con el poder hasta sus vínculos humanos.

-Calderón de la Barca es un clásico poco transitado en nuestro medio, más allá de la potencia poética siempre vigente de La vida es sueño. Desde el punto de vista del lenguaje, la estructura y los personajes, ¿cuáles son los aspectos relevantes de la versión que van a presentar?

-Justo que nombras la obra La vida es sueño, podemos encontrar una clara conexión con La hija del aire. Los protagonistas tienen muchos puntos en común, son espejo uno del otro y las obras cuentan con una estructura similar en varios aspectos. Nuestra versión, a nivel de relato, comienza con Semíramis encerrada en una cueva a causa de una maldición, hasta sus últimos días como reina del Imperio Asirio. A nivel del lenguaje nos propusimos realizar una actualización del verso que no perdiera su esencia. Nos resulta importante acercar al público un texto clásico de esta relevancia, así como rescatar la presencia del verso español del Siglo de Oro en la escena actual, haciéndolo accesible al espectador de hoy, sin renunciar a su belleza.

-¿Una frase o diálogo significativo de Semíramis?

-“Mi albedrío, ¿es albedrío / libre o esclavo? ¿Qué poder / o qué dominio / tiene sobre mí el destino, / que solo me saca de una / para darme otra prisión?”

-¿Algo más que quieras destacar sobre la puesta en escena?

-Desde una lectura crítica y contemporánea de la obra de Pedro Calderón de la Barca, el principal objetivo es hacer una versión sobre esta figura femenina, así como revisar las posibilidades del verso en la escena actual, con una estética atractiva para nuestros días. Semíramis demanda una teatralidad de acción extremadamente ágil y dinámica que sostenga los cambios entre escena sin transiciones. Los diferentes rubros de diseño se entraman y alimentan entre ellos para generar una sinergia entre el espacio, el texto y las representaciones. Así, contenido y acción son potenciados por lo plástico y lo sonoro. Esta puesta en escena requiere la creación de un código de inmediata asimilación para el espectador y la conjugación de todos los aspectos (interpretación, vestuario, máscaras, espacio y sonoridad) que compongan una estética teatral polifónica.

Comentarios