Editorial: 69 años de Teatro El Galpón

Institucional / 1 septiembre, 2018 /

Tenían la ilusión de hacer un teatro de alta calidad artística, independiente del Estado y de los empresarios.
A pesar de su juventud, ya tenían historia en ajetreos de camarines, presentaciones en público, aplausos y la poco visible tarea de la gestión. Algunos desde la infancia, de la mano de Atahualpa del Cioppo.
Esa historia plantó firmemente sus pies sobre la tierra y sabían que las ilusiones deben tener raíces en la realidad. Que la independencia está basada en la propiedad de sus medios de producción y que, en consecuencia, debían tener su propia sala teatral.
No había dinero ni patrimonio. Lo que sí había era una resolución sin fisuras y una confianza inmensa.
Comprar una sala no estaba en los datos de la realidad. Ni siquiera alquilarla.
Pero sí se podía alquilar algún galpón inservible para, con mucho trabajo, convertirlo en sala teatral.
Había uno de la Barraca Zunino en Mercedes y Roxlo. Y a por él fueron.
Tomaron posesión del inmueble casi en ruinas el 2 de septiembre de 1949.
Ese día nació la Institución Teatral El Galpón, hace ya 69 años.
Luego vinieron los dos años de trabajo de creación de ese espacio teatral, los ensayos, los estrenos, la Escuela de Arte Escénico, las consecutivas campañas financieras, la compra del cine Grand Palace, desaconsejada por cuanto especialista andaba por el país, apoyada por sus socios y los compañeros del movimiento teatral.
Persecuciones, prisiones y torturas, clausura, exilio… nada pudo cortar esta historia que siguió floreciendo en cada vez más audaces propuestas y realizaciones en lo artístico y en lo edilicio.
La fructífera asociación con el Teatro Circular y otros grupos que produjo la formidable experiencia del Socio Espectacular, nuevos espacios escénicos en 18 de Julio, el Espacio Nino Tenuta en la calle Guayabos, donde hoy funciona la Escuela de Arte Dramático en la que se forman los nuevos integrantes que tomarán en sus manos la conducción de este instrumento cultural, produciendo esa síntesis y ese encuentro entre aquellos míticos fundadores, las generaciones que tomaron esa antorcha, la alimentaron, la defendieron y la fortalecieron para entregársela a quienes vienen a inyectar sangre nueva y vigorosa.
El Galpón se acerca a los setenta años y todo hace pensar que tiene todavía un largo camino por recorrer.
Lo hará, sin duda, inspirado en aquellos fundadores, cumpliendo el mandato ineludible de persistir, afrontando día a día los desafíos más complejos.

Salú, Galpón.

Comentarios