Cinemateca Uruguaya

Antes que llegue el festival

Cine / 3 marzo, 2018 /

En Cinemateca estamos trabajando para disfrutar del 36° Festival Cinematográfico Internacional del Uruguay, que se llevará a cabo desde el 29 de marzo al 7 de abril. Para ir calentando motores los invitamos a disfrutar de la programación pre festival, con estrenos, reestrenos y ciclos en torno a la obra de grandes personajes de la historia del cine.

Para comenzar con la programación, contaremos con la película Zama de la argentina Lucrecia Martel (santificada en nuestro mural de Cinemateca 18). Esta película es resultado de cinco años de esfuerzo en los que hubo problemas de producción y lucha contra la idea que la novela original de Antonio Di Benedetto era “infilmable”. Como la película existe queda demostrado que era “filmable”. Como se trata, además, de una película valiosa, el mérito es doble.

En su quinto y probablemente mejor largometraje desde el inicial La ciénaga (en el medio Martel hizo algunos cortos y los largos La niña santa, La mujer sin cabeza y El aula vacía) el filme cuenta la historia de un oficial español llamado Don Diego de Zama que espera su transferencia a Buenos Aires desde la ciudad de Asunción en el Siglo XVII. A partir de ahí Martel construye un universo signado por el enrarecimiento de los ambientes, con situaciones que rozan lo delirante (voces inexplicables, un mueble que se mueve solo) y un clima cercano al realismo mágico respaldado por la notable fotografía de Rui Poças y la espléndida labor de Daniel Giménez Cacho. Una experiencia infrecuente. Ha obtenido premios a mejor dirección, dirección artística, sonido y Fipresci en La Habana 2017, mención especial del jurado en Sevilla 2017.

Sieranevada, película rumana dirigida por Cristi Puiu (La muerte del señor Lazarescu, 4 meses, 3 semanas y 2 días). La trama es simple y hasta arquetípica: una reunión familiar en la que se conmemora el aniversario de la muerte de un pariente y durante la cual tendrá lugar un culto para liberar su alma. Por supuesto, nada sale como estaba previsto y comienzan a surgir diversas historias, secretos y mentiras que involucran a los integrantes del grupo, como un juego de cajas chinas donde una sorpresa sigue a la otra.

Una de las habilidades del director y libretista rumano Cristi Puiu consiste en su negativa a editorializar o a adelantar desde el diálogo aspectos de la trama que se irán dilucidando a lo largo de su desarrollo. Lo que el espectador aprende de los personajes es lo que surge a medida que la acción avanza. Las cosas ocurren aquí, ahora, delante de la mirada de su público. Al principio todo puede parecer confuso, pero las cosas se van aclarando… u oscureciendo.

Arabia, de los brasileños Affonso Uchôa y João Dumans. En este filme André, un joven que vive en un barrio pobre de Ouro Preto (Brasil), un día, de manera casual, descubre el diario de Cristiano, un obrero de fábrica que acaba de fallecer en un accidente. A través de su lectura, la película se va sumergiendo de manera casi exclusiva en la vida del obrero y en su proceso de introspección. Todo se centra en el texto encontrado: un diario que nos revela aspectos fundamentales de la vida de su autor, su viaje a través de las rutas brasileñas, aceptando cualquier tipo de trabajo y sobrellevando grandes dificultades.

Con una impronta neorrealista, la película aborda la tragedia humana desde su cotidianidad, suavizando el riesgo de una carga melodramática. No pretende jamás exagerar la desdicha de los personajes, sino remarcar en ellos ese sentimiento de abandono y melancolía que los acompaña. Hay en la película una decisión premeditada de rellenar los laterales del encuadre, resaltando aun más la sensación de claustrofobia y alienación.

El silencio del río, de Carlos Tribiño Mamby. El protagonista de este filme es un niño que ha perdido a su padre. Cerca de él está Epifanio, un humilde campesino que ve todo su mundo conocido amenazado por la violencia. Las dos historias se cruzan, y estalla la tragedia. La conexión es el río, receptor de las víctimas innominadas de una guerra que no osa decir su nombre, pero también el símbolo de la memoria que exige el duelo y descarta el olvido.

La película no quiere ser un panfleto político: no acusa a un grupo determinado por las atrocidades que denuncia; cuestiona la violencia sin decir, específicamente, quiénes son los violentos.

Esta opera prima de Carlos Tribiño observa con contenida emoción un paisaje que alguna vez fue hermoso. Este paisaje, y sus gentes, son el marco para el viaje de iniciación de Anselmo, para su doloroso descenso al mundo de los muertos que lo convertirá en adulto antes de tiempo,

También repasaremos la carrera de el gran István Szabó y Sophia Loren, continuamos con la lista de las Mil mejores películas de todos los tiempos y más.

Toda la programación puede consultarse en www.cinemateca.org.uy o llamando al 24195795.

Los esperamos

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