Actores

Andrés Papaleo

Entrevistas / 31 octubre, 2018 / María Varela

-Sos egresado de la Escuela Nacional de Danza, División Folklore y de la Escuela Multidisciplinaria de Arte Dramático Margarita Xirgu (EMAD). ¿Qué surgió primero en vos, la danza o el teatro?

-Desde niño decía que quería ser actor, se lo decía a las maestras y a los profesores. También me gustaba mucho bailar y cantar. Mis juegos siempre estaban vinculados a generar historias y personajes, en ocasiones como intérprete y en otras desde afuera, con muñecos de acción, o con lo que encontrara. Cuando tenía unos 12 años vi un aviso en el diario y llamé a una docente de teatro, no recuerdo quién era. En ese momento mi voz era muy aguda, siempre me confundían con mi madre. Esta docente, que nunca sabré quién era, me explicó todas las condiciones de las clases hasta que me preguntó mi nombre. Cuando se dio cuenta que era un varón, quedó muy sorprendida y me dijo que no podía hacer teatro hasta que desarrollara la voz. Eso me frustró un poco, así que dejé un tiempo la idea de lado. A la danza folklórica llegué de casualidad. Mi padre acompaño a mi hermana a dar la prueba de danza clásica y vio el cartel de las inscripciones abiertas para folklore. Yo no tenía idea de qué era el folklore, pero mi padre me dijo que seguramente tenía que ver con el teatro. Así que empecé, y de a poco me fui entusiasmando. Al punto que ahora tengo ganas de volver a bailar. En ese momento tenía quince años. A los meses de dar la prueba en la escuela de danza, empecé teatro.

-Además de actor te desempeñás en otros roles dentro del teatro, por ejemplo, el de director. ¿Cuál de esos roles disfrutás más?

-Me gusta mucho dirigir, escribir y actuar. También disfruto hacer cosas de gestión o producción. Creo que cada rubro tiene lo suyo. Me gusta también la iluminación. Disfruto de hacer un poco de todo. Pero si tuviera que elegir una y no pudiera hacer las otras creo que elegiría la dirección. Es algo que me apasiona. Me encanta dirigir en los ensayos y disfruto muchísimo viendo el proceso de los actores en las funciones y las distintas reacciones del público. De la actuación me encanta hacer reír. Me gusta ese ida y vuelta con los espectadores. Escucharlos y jugar con lo que siento que ese momento va pidiendo. Me gusta mucho el desafío de ganarme al público. Cuando un personaje —o director— me permite esto, lo disfruto muchísimo

-¿Cómo fue tu integración al elenco de la Comedia Nacional?

-Antes de entrar en la Comedia Nacional trabajaba en un banco. En tres oportunidades me invitaron a participar y tuve que decir que no. Además, yo no quería trabajar en un banco toda mi vida, me había dado un plazo máximo de tres años. En ese momento surgió el concurso para entrar en la Comedia y me dije a mi mismo: “Voy a entrar”. Y, luego de mucha preparación, entré.

-¿La danza te facilitó el trabajo como actor?

-En un primer momento, tuve que romper varias estructuras corporales que arrastraba de mi formación como bailarín. Para mi pararme en un escenario era ponerme totalmente erguido y hacer muchos golpes de cabeza. No obstante, la danza me ayudó muchísimo. No tuve la oportunidad de bailar en mis primeros años dentro de la Comedia, pero hace un tiempo que pude afrontar varios desafíos, como el caso de Otelo —donde bailaba como drag queen y donde Dan Jemmett (el director) me dio la oportunidad de hacer las coreografías— o el caso de Yerma —donde me tocó bailar algo más cercano al flamenco—.

-¿Cómo fue tu experiencia en el cine?

-Mi pasaje por el cine hasta ahora fue muy breve. Participé de una pequeña escena, aunque muy linda, en El cuarto de Leo, de Enrique Buchichio. Me gustaría hacer más cine. Me parece un mundo bien diferente al del teatro. Pero la realidad es que no me gusta hacer castings, me pone muy nervioso la parte de los perfiles y sonreír. Me gustaría que dijeran: “A ver… hacé un giro, poné cara de interesante, mostranos lo que sabés hacer con las boleadoras… ahora te pongo karaoke y nos cantás”. Pero la realidad es diferente.

-¿En qué proyecto estás ahora?

-En este momento, estoy en Tartufo como actor. Estoy trabajando en una versión de Tres Hermanas que vamos a estrenar en el primer semestre del 2019 en el marco del posgrado de la Escuela de Álvaro Armand Ugón. También estoy escribiendo y con muchas ganas de llevar a escena Hay un león afuera, que fue la obra con la que gané el Premio Nacional de Literatura el año pasado.

 

 

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