Anael Bazterrica: “El espectáculo es muy potente desde las imágenes”

Entrevistas Centrales / 28 febrero, 2019 /

Bajo la dirección del director argentino Marcelo Díaz, se presenta el espectáculo Unterwegs – En el camino, una coproducción de El Galpón con el grupo alemán de la ciudad de Núremberg, Theater Pfütze. Su temática es sobre la inmigración. Conversamos sobre la propuesta con Anael Bazterrica, una de sus protagonistas, actriz de amplia trayectoria en El Galpón.

Por Luis Vidal Giorgi

Este proyecto en conjunto con un grupo teatral alemán, con el puente de un director argentino radicado en Europa, es un acontecimiento inédito en nuestro medio. En tu caso particular, el dominio del idioma alemán debe haber colaborado para involucrarte más fluidamente en el trabajo creativo. ¿Cómo fue el proceso creativo y cómo lo vivenciaste?

-Antes de pasar al proceso creativo, el alemán me sirvió básicamente para hacer todos los contactos previos. Este proyecto lleva más de un año, desde el 2017, que me delegaron de Extensión Cultural para que hiciera los contactos con Marcelo Díaz. Luego fuimos dialogando sobre otros temas posibles, hasta que acordamos trabajar sobre este tema de la inmigración, por su actualidad, por la situación que se estaba dando en Uruguay, bastante inédita para nosotros; además, en Alemania es un tema que se viene dando desde los años setenta, ahora con la inmigración de los sirios, pero antes con la inmigración de los turcos, ya asimilados en segunda o tercera generación.

Luego de definir el tema, hubo que buscar financiamiento. Conseguimos dinero para los pasajes gracias a la Fundación Friedrich Ebert, al Instituto Goethe y a la Embajada Alemana en Uruguay. La estadía allá fue en casa de actores, lo cual fue una experiencia muy interesante para vivenciar la vida cotidiana en Alemania.

En lo creativo, hay que tener en cuenta que éramos tres actores uruguayos y tres actores alemanes, a los que no conocíamos. Marcelo trabajó desde el principio de una manera muy activa. Desde el primer ensayo congeniamos muy bien, y la barrera idiomática pasó a un lugar secundario, nos conectábamos desde las sensaciones y las emociones, después venía la palabra, si venía. La consigna inicial eran frases que nos tiraba Marcelo para improvisar, estilo Pina Bausch. Fue muy fructífero desde el primer día, a la semana teníamos mucho material que fuimos ordenando y también fuimos estructurando las improvisaciones, pero siempre dejando espacio para la espontaneidad y la libertad.

Marcelo nos daba pautas, con determinadas frases, por ejemplo: “Yo quiero un cambio en mi vida”; “yo te extraño”; “no sirvo para nada o vos sos mi hogar”. Eran desencadenantes para empezar a imaginar y crear.

El tema tiene particular vigencia, por la actual llegada de inmigración a nuestro país y por estar muy presente en nuestra identidad, dado que nuestros ancestros eran inmigrantes y que también muchos uruguayos vivieron el exilio, por razones políticas o económicas. ¿Qué aspectos o situaciones te han generado motivos o imágenes para la creación de la obra?

-Respecto a las imágenes desde las que partí, te comento primero lo más puntual: antes de estar en Núremberg, estuve en Génova, recorriendo el puerto, de donde partieron mis ancestros como los de tantos conocidos; eso para mí fue un insumo importante. Pero más allá de la inmigración real, cada actor apela a otras migraciones, cada actor va a su propia historia; es decir, la migración como cambio, los cambios vitales: separación, muerte, lejanía. Por lo tanto, es un concepto más amplio de migración y es muy enriquecedor en ese sentido.

 -Desde el punto de vista formal, la obra no cuenta una historia en particular, ni es una propuesta realista. ¿Qué aspectos destacarías que van a lograr atrapar la atención del espectador?, ¿la gestualidad, las imágenes, la música?

-Creo que las imágenes va a ser fundamentales para el espectador. El espectáculo es muy potente desde las imágenes: montañas de zapatos, el simbolismo del agua, el agua que divide o el agua que acerca, como el Mediterráneo, o alguien mirando a través un cristal otro lado. Y también rescataría el humor, pues es un elemento que está muy presente. El hecho de que esta temática sea tratada con humor, creo que va a ser interesante para el espectador. Y también la música, porque el músico trabaja en escena totalmente compenetrado con los actores.

Por último, hay que destacar que las imágenes son polisémicas, cada espectador va a proyectar en ellas distintas cosas, seguramente muchas más de las que nosotros pensamos; cada espectador hace su proceso y eso lo va llevar por caminos que nosotros ni sospechamos.

 

 

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